Se paseaba con la niña en brazos, deseando que se calmara y se durmiera de una maldita vez. Aunque cogerla suponía experimentar una sensación agradable… llegaba un momento en que acababa cansado. Le dolía la cabeza.
Definitivamente no estaba hecho para los niños. La paciencia nunca había sido una de sus virtudes.
Pensó en sus padres desaparecidos. También debieron cuidarle, soportar sus llantos y pasearle. Y, por alguna razón que desconocía completamente, un día decidieron abandonarle y no volvieron. ¿Habría sido un hijo tan malo como Muchul?
«
¿Por qué estoy pensando en estas cosas…?».
Cuando se quiso dar cuenta, la niña alienígena se había adormilado. Y ya no lloraba, al final andar de aquí para allá había servido de algo.
Fátima hizo ademán de cogerla.
—
¿Puedo?Asintió y le entregó a la pequeña con sumo cuidado. La niña gruñó cuando la cogió, pero acabó cediendo, permitiendo que la otra aprendiza la sostuviera, arrullara y acariciara. Al final parecía que se iban a llevar bien y todo.
Light se temió lo peor cuando el bebé abrió los ojos. ¿Lloraría porque Fátima la tenía cogida? No fue el caso. Con una increíble ternura que le dejó enmudecido, Muchul agarró uno de los dedos de su niñera, como si no quisiera separarse de ella. Y cerró los párpados.
«
Qué bonita», aquella escena inevitablemente le sacó una amplia sonrisa. Si estaba despierta era un monstruo, pero dormida… era un angelito.
Siguió a la aprendiza hasta el cuarto, donde estaba la cuna. Tras un rato la dejó ahí y… no reaccionó, seguía frita. Light le devolvió el gesto a Fátima y también levantó el pulgar.
Lo habían conseguido, se había dormido.
Salió de la habitación —intentó tocar la puerta lo menos posible para no repetir el error de antes— y se acomodó en el sofá de la sala de estar.
—
Al fin. Ahora podemos decirlo: misión cumplida —comentó, sin alzar demasiado la voz. Emitió un bostezo—.
Incluso a mí me ha acabado entrando el sueño. »Es duro sacar a un niño adelante, ¿verdad? Nosotros lo hemos sufrido unas horas, pero imagínate a las madres y los padres que tienen que cuidarles todos los días. Son admirables. Siguió conversando con Fátima, al fin relajado. Le contó lo que le sucedió en el mercado cuando se separaron (su encuentro con la mujer alienígena que intentó seducirle y su fallo al coger el niño equivocado), algo avergonzado. Consciente de que la niña estaba dormida, se rió en voz baja.
Pero no se rió de la desgracia que sucedió a continuación. Una alarma que provenía del exterior, estruendosa, le sobresaltó. Miró a Fátima con horror.
«
No».
Los llantos de la niña asustada no tardaron en hacerse oír… otra vez. Obviamente se despertó, cualquiera lo haría con ese ruido. El aprendiz cogió mucho aire y lo expulsó lentamente mientras se levantaba, irritado. Todos los esfuerzos no habían servido para nada.
Aunque se llevaba una tierna escena que no olvidaría tan fácilmente.
Último post por mi parte. Decir que me ha encantado ^^ nos leemos