P.K.

[Final Fan]

Bueno, el protagonista de este fic está inspirado en Lucas, del videojuego "Mother" y uno de mis personajes favoritos de Super Smash Bros. Brawl xD
Si lo hago lo suficientemente largo participaré con él en un concurso de relatos breves que se va a llevar a cabo por aquí, así que... a ver xD

INTRODUCCIÓN

[FONT=Calibri]Antes de nada: hola.[/FONT]
[FONT=Calibri]Me llamo Lucas, pero todo el mundo me llama P.K., ya descubriréis por qué. Vivo en Lovett, una ciudad en medio de todo y en ningún sitio. Supongo que no estaréis muy acostumbrados a visitar psi-ciudades, con lo cual tendré que explicaros qué son: ciudades en donde vive gente con poderes psíquicos y que son invisibles para el resto de la gente. Más o menos como las ciudades de magos en los libros de Harry Potter. Así de fácil es explicar las cosas con ejemplos.[/FONT]
[FONT=Calibri][/FONT]

[FONT=Calibri]Estas psi-ciudades se dividen por varias partes del mundo, y en cada una la gente tiene unos… “poderes” característicos. Aquí, en Lovett, todos tienen (sí, “tienen”) la capacidad de manipular las emociones de la gente, y se suelen divertir “saliendo” a enamorar gente o a hacerla pelar… un pasatiempo un tanto cruel, a mi parecer.[/FONT]

[FONT=Calibri]Vale, ahora me describo a mí, que para algo soy el protagonista: soy más bien bajito y tengo el pelo rubio. Mis ojos negros destacan sobre mi piel pálida y la escuálida figura y falta de equilibrio que la genética me ha otorgado me ha llevado a darme más de un tropezón en superficie lisa. Nací en Pikett, pero me quedé huérfano y un matrimonio lovetiano me sacó del hospicio.[/FONT]

[FONT=Calibri]Bueno, pues resulta que salí del coche en el que me trajeron a Lovett y éste explotó cuando todavía estaban dentro mis padres de acogida. O sea: suerte igual a menos infinito. Tras eso me quedé en el orfanato de este psi-ciudad. De eso hace siete meses.[/FONT]

[FONT=Calibri]En realidad ya lo tengo más o menos superado. Estoy acostumbrado a presenciar a ver morir gente… Desde el incidente en el que murieron mis padres claro… Pero bueno, esa es otra historia, la cual puede que tenga ocasión de contaros más adelante.[/FONT]

[FONT=Calibri]Y aquí estoy ahora, deshaciendo la cama y disponiéndome a sumirme en un sueño lo suficientemente profundo como para no soñar en nada, que ya estoy harto de las malditas pesadillas.[/FONT]

[FONT=Calibri]Ah, por cierto, en Pikett usan la psicoquinesia. Psicoquinesia: P.K., así de originales son por aquí.[/FONT]

[BSK]

En primera persona... no es algo que se vea mucho por aquí.
Bueno, la crítica: Está bastante bien. Me recuerda un poco a un guión de cine o tr¡eatro (no se porque xD), el personaje habla de forma bastante familiar y eo me gusta.
Te aconsejo que lo continues.
PD: Qué es eso de "un concurso de relatos breves que se va a llevar a cabo por aquí"? Te refieres al foro?

[Sophonax]

Mmm no me convence el uso de los dos puntos ni de las comillas pero aparte de eso la idea me gusta bastante. A ver como sigue

[Final Fan]

Qué es eso de "un concurso de relatos breves que se va a llevar a cabo por aquí"? Te refieres al foro?

No, al foro no, en el instituto xD

[Final Fan]

CAPÍTULO 1
-¡Levántate!- oí una voz que me llamaba.
Una voz femenina, empalagosa… cursi, para entendernos mejor. Si la hubieseis escuchado por primera vez os habríais imaginado a una niñita rubia con un vestido de seda rosa y con un lacito en la cabeza… ¡ja!
-Oh, por favor, cinco minutos más…- dije, con fingida voz de sueño.
Puede que hubiese sonado más convincente si en realidad hubiera dormido aquella noche. Al final, el plan de dormir sin pesadillas había dado resultado… quitado la parte de dormir, claro.
-No- dijo con voz seca.
Abrí los ojos y vi de frente el pálido rostro de la anciana supervisora del orfanato: la señora Brigitta. Nos despertaba todas las mañanas antes de tiempo con aire amargado y salía de las habitaciones con una sonrisa tras ver las caras que poníamos al levantarnos forzadamente. Perversa hasta la médula.
-Hoy os vais de excursión a Minett. Como llegues tarde, perderás el aero-bus.
¡Oh, se me había olvidado! Minett, ciudad minera. De sus cuevas se extrae psicocita, el mineral necesario para accionar casi todos los artefactos que usamos en nuestra vida cotidiana. Su habilidad para utilizar la telequinesia les facilita mucho el trabajo.
Tenía unas ganas locas de ir y se me había olvidado por completo en el transcurso de la noche. Puede que me hubiese dormido, después de todo. No estaba ansioso por ir por el hecho de que tuviera minas, sino por esa cualidad que tiene de ser flotante… Una ciudad flotante… No podía esperar para verla.
-¡Sí, señora! ¡Ahora me levanto, señora!- dije, con repentino entusiasmo.
Debí haber asustado a Brigitta con mi grito, ya que noté un pequeño respingo en la mujer justo al salir de la habitación.
Me vestí con lo primero que encontré en el armario y salí pitando de la estancia, dirigiéndome hacia el vestíbulo del orfanato, donde ya había esperando alguno de los niños que se hospedaban en el edificio. Entre ellos, Rogie. Rogie: el típico matón de escuela trasladado a un orfanato. En una instalación como esta se supone que nos deberíamos apoyar entre nosotros y todo eso, pero supongo que a Rogie eso no le parecía del todo correcto. Como de costumbre, me señaló, dijo algo y su grupo de amigotes se empezó a reír con la cara de tontos típica de los secuaces de otro tonto.
-¡Hombre, Lucasito!- dijo, con sorna.
Siempre intentaba ignorarlo, y creo que parecía que lo hacía, por lo menos. Sin embargo, algo en mi interior anhelaba poder darle su merecido algún día.
-Lucas- repliqué yo, con voz inexpresiva.
Se comenzaron a reír de nuevo, pero pararon al ver que llegaba una de las profesoras del orfanato. La señorita Halley. Oh, qué bella persona… en todos los sentidos. Su esbelta figura y su perfecta cara que se ocultaba tras unas finas lentes apoyadas sobre su nariz. Digo “en todos los sentidos” porque, además, era una de las mejor personas que había conocido hasta el momento. Sabía que provenía de otra ciudad y que hacía lo posible para que no se metiesen conmigo en las clases, y con eso me bastaba para confiar en ella.
-Espero que todo esté yendo bien por aquí, Rogie- dijo, con su dulce voz.
-Sí, señorita- respondió el chico, resignado.
-¿Lucas?- dijo, dirigiéndose a mí.
-Ajá.
Me puse como un tomate y, para mi desgracia, parecía que Rogie me había visto.
-Me alegro- respondió la señorita Halley, con aprobación-. Hoy seré vuestra monitora en la excursión, así que espero que no me hagáis difícil el trabajo.
Dirigió una severa mirada hacia Rogie y, acto seguido, me guiñó un ojo disimuladamente. Yo ya estaba esperando las burlas del matoncete, pero parecía que se había acobardado tras el pequeño incidente y se había alejado del lugar sin que yo me diese cuenta. Además de corpulento e intimidante, era rápido. Otro punto en mi contra.



Bueno, hasta aquí el primer capítulo. Por ahora seguramente no os enganche la historia, y no creo que lo vaya a leer mucha gente, pero por lo menos lo posteo y queda aquí "para la posteridad" xD

[Final Fan]

Perdón por el doble post, pero debido a las ingentes visitas que han llegado a este post he tenido que escribir más rápidamente para saciar vuestras necesidades de más:

CAPÍUTLO 2
-Deberías darle una buena tunda- oí una voz a mi espalda.
Miré hacia atrás y no logré encontrar la fuente del sonido hasta pasados unos segundos, cuando se me ocurrió mirar hacia abajo. Se encontraba allí un pequeño lagarto de un intenso color naranja y manchas violetas alrededor de todo su cuerpecito alargado, el cual terminaba en una larga y rizada cola enroscada sobre su lomo. Tenía los ojos amarillos con unas oscuras pupilas rasgadas en el centro.
-Por favor, vete- dije, moviendo la boca lo mínimo posible.
Ah, sí, puedo hablar con los animales. Eso ya no sé explicarlo.
-No, no me voy- siguió el animalito-. Por lo menos hasta que te decidas a darles un escarmiento a esos chicos tan desagradables. Me ponen de los nervios.
Ya me empezaba a parecer raro que el lagartito estuviese insistiendo tanto, pero no hice caso y me alejé de él. Cuando hube caminado unos segundos miré hacia atrás y observé que, efectivamente, el lagarto se había ido.
-Al final no era tan persistente como parecía- dije para mí mismo.
…
Ya en el aerobús, me senté en el primer asiento libre que alcancé a ver: el que está tras el conductor. No solía sentarme con nadie y, cuando lo hacía, la persona con la que estaba sentada se alejaba de mí lo máximo posible, hecho que suele acabar en caída en las curvas. No hay mal que por bien no venga. Y es que los niños que le caen mal a Rogie siempre acaba de dos maneras: o marginados o trasladados. Ya que estoy aquí, os imaginaréis que mi estado es el primero de los dos. No quiero volver a pasar por un traslado.
-Hola.
Una dulce voz me hizo salir de mis cavilaciones y me devolvió al mundo real con un respingo. El sonido provenía de una chica de unos doce años, igual que yo. Rubia y algo bajita, con unos hermosos ojos color azabache que destacaban sobre su blanca cara.
-¿Me puedo sentar?- preguntó.
-Cl-Claro…- concedí, confuso.
Nunca había visto a esa niña en el orfanato desde que entré en él, y estoy seguro de que conocía a todos los niños del pequeño hospicio.
-Perdona, pero… ¿quién er…?- comencé, pero de repente oí la potente voz de la señorita Halley a través de los altavoces del aerobús.
-¡Atención, niños! Hoy mismo se incorpora una nueva niña a nuestra tropa. Dadle una cálida bienvenida a Lucía, por favor. ¡Venga, preséntate! ¡No seas tímida!
La chica, roja como un tomate, se puso de pie en su asiento y se introdujo a sí misma:
-Me llamo Lucía y vengo de Naturett, aunque nací en Pikett. He sido trasladada aquí y espero que nos llevemos todos bien.
Un aplauso general y sin ganas se extendió por los niños del vehículo tan rápido como acabó. La chica susurró un débil “gracias” y se hundió en su asiento, colorada.
-¿Contesta eso a tu pregunta?- me dijo, avergonzada.
-Sí- reí-. Yo soy Lucas. Encantado.
-Lo mismo digo, Lucas.
-Así que, eh… ¿tú también eres de Pikett?
-¿Qué quieres decir con “también”?- dijo, confusa- ¡No me digas que tú también usas biopsicoquinesia!
-¿Bioquisi-qué?
-He estado hojeando el libro de la asignatura “Psicotipos” y me he enterado de que la psicoquinesia de los nacidos en Pikett en realidad se llama “biopsicoquinesia”. En el texto ponía: “Biopsicoquinesia: psicoquinesia sobre la materia "viva" (bacterias, células animales o vegetales). Conexiones telepáticas con animales. Poder curativo. Manipulación elementos naturales.
-A-Anda…- dije, impresionado- qué genio eres, lo recuerdas todo.
-Tengo memoria fotográfica- dijo Lucía, sonrojándose-, pero no es nada del otro mundo. ¿Y bien? Esta definición corresponde con lo que puedes hacer tú, ¿no?
-Bueno, puedo hablar con los animales y mover piedras con la mente, pero no se me ha ocurrido hacer nada más…- Lucía arqueó una ceja- ¡Es que a ese tema del libro todavía no hemos llegado!- intenté excusarme.
Lucía parecía divertida. Me rasqué la nuca, avergonzado, y, de repente, un borrón naranja salió de mi pantalón y se colocó sobre mi regazo.
-Puaj, deberías lavarte los bolsillos, amiguito.
-¡Gah! ¡Tú!- grité.
El lagarto al que había “dejado atrás” en el vestíbulo del orfanato se había metido en mi bolsillo.

Espero que lo hayáis disfrutado xD

NaCl-oo-2!

[Zee]

Eh! Excelente Final!
Con razón conseguiste el Award xDDD
Bueno, espero que lo continúes pronto.
Cya!

[Final Fan]

CAPÍTULO 3: FINAL

-No me llamo Gah, no tengo nombre - dijo el pequeño animal-. Antes debiste haber usado tus poderes contra aquel chico.
-¿Porque tú lo digas?- repliqué, molesto.
-Para hacer aflorar tus poderes y así traer el equilibrio al mundo. Y los tuyos también- añadió, mirando hacia Lucía.
Un incómodo silencio atravesó la escena y se hizo con el control durante unos segundos.
-Lucas, ¿tenías algo raro en ese bolsillo?- preguntó Lucía, extrañada.
-¿¡Pero qué dices!?- exclamé- Este ya vino así de fábrica. Oye, mira, lagartito, o te quedas quietecito o vamos a tener más que palabras.
-Vaya, no me queda otra- dijo el reptil.
Justo cuando el lagarto acabó de pronunciar estas palabras, Lucía y yo nos vimos envueltos en una luz de un crepuscular color naranja. Sentí que me comprimía como si estuviese pasando por un estrecho túnel y, entre los gritos de asombro de los tripulantes del aerobús, nos desvanecimos con un intenso fulgor que cegó a la señorita Halley durante unos instantes, justo antes de marcar una sonrisa con sus labios.
…
El lagarto, Lucía y yo nos encontrábamos en una amplísima cueva iluminada solamente por el resplandor que emanaba de los cristales azules que había incrustados en las paredes. Un altar se alzaba ante nosotros en la cima de unas húmedas escaleras de piedra. En él se hallaba tumbada una mujer totalmente vestida de blanco, cuyas facciones no podía distinguir desde el lugar en donde estábamos.
-Bueno, es hora de que os cuente toda la verdad- dijo el lagarto-. Primero, mi verdadera forma.
El lagarto comenzó a resplandecer con un intenso brillo blanco, con el cual procedió a aumentar de tamaño hasta alcanzar el tamaño de un elefante. Unas preciosas alas le salieron del lomo, y su rostro fue cambiando hasta alcanzar una forma imponente, agresiva. Se había convertido en un impresionante dragón de color naranja brillante.
-¿Q-Quién eres?- preguntó Lucía, entrecortadamente a causa del sobrecogimiento causado por lo que acababa de contemplar.
-Como os dije antes, no tengo nombre. Soy un mensajero de los dioses, y he sido enviado para anunciaros una fatídica nueva.
-Un momento, un momento- lo interrumpí-. ¿Por qué a nosotros? ¿Qué pintamos en esta locura? ¿Estoy soñando o qué es esto?
-Tranquilo. Todo tiene una explicación, pero tendréis que escuchar atentamente. Os hemos estado vigilando desde que erais pequeños, por eso conocemos todas vuestras cualidades. Estoy seguro de que Lucía le explicará a Lucas todo lo que no vaya entendiendo.
Me enfurruñe un poco al oír esta afirmación, pero la conmoción que me había causado todo lo que había dicho el ahora dragón mitigaba bastante la sensación.
-Comienza, por favor- le instó Lucía-. Estamos deseosos de conocer lo que quieres decirnos.
-Gracias- respondió-. Esta historia comienza hace doce años, seis meses y nueve días. Justamente el día en el que nacisteis vosotros dos. A la vez. De la misma madre.
Lucía y yo nos miramos. Nos parecíamos bastante pero… no era posible que fuésemos…
-En efecto- prosiguió-. Sois hermanos. Gemelos, para ser exacto. Los dos nacisteis en el lugar en el que nos encontramos. Los dos nacisteis de la misma madre. Los dos nacisteis en el mismo instante. No uno primero y luego otro. No. A la vez. Algo que los dioses han estado esperando durante decenas de miles de años. Un hecho que marcará una nueva era en la historia de nuestro mundo: división de almas.
>La división de almas sucede cuando un bebé psíquico recién nacido se ríe por primera vez cuando sale del vientre de su madre. En ese momento, unos poderes se crean y comienzan a dormir en el cuerpo del niño mientras todavía está conectado a su progenitora. A continuación, el cuerpo se divide y se forman un niño y una niña. Este hecho provee un don, pero tiene un precio. Y muy alto.
>En vuestro caso, vuestro padre se desvaneció en el aire, ante el asombro de los que se hallaban presentes en el parto, y vuestra madre se desmayó mientras vosotros nacíais. Desde aquel entonces, todavía no se ha despertado.
El dragón miró hacia la mujer que yacía en el altar, con gesto melancólico, y Lucía y yo hicimos lo mismo.
-¿Esa es nuestra madre?- pregunté, ansioso.
Empecé a correr hacia las escaleras que llevaban al altar, pero un potente grito del dragón me hizo parar en seco.
-¡NO! ¡Lucas, quieto! ¡No podéis hacer nada por ella! No todavía.
-¿Todavía?- dijo Lucía- ¡Por favor, dinos qué podemos hacer!
-Recordad- dijo el enorme ser- que todavía queda la parte del don. “Si la dos almas se vuelven a unir, el don supremo podrán recibir”. Es un fragmento de la profecía que anuncia este momento. Si os conectáis en cuerpo y alma, lograréis unir vuestros espíritus y convertiros en el Ser Original, el Dios Supremo si lo preferís. Es una gran decisión, pero con esto seréis omnipotentes, juntos en un mismo ente. Velando por todos nosotros como un ángel protector.
-Tenemos que hacerlo, ¿verdad?- dije yo, temiéndome la respuesta.
-Es lo correcto- añadió Lucía-. ¿Cómo lo hacemos?
-Por favor, juntad vuestras manos y comenzaré el ritual.
Unimos nuestros dedos y cerramos los ojos, temblando. El dragón comenzó a girar rápidamente a nuestro alrededor y nos envolvió como si de un manto de luz se tratase. Una cálida sensación se apoderó de nuestros cuerpos, y pronto se hizo el silencio y la armonía absoluta, no sin antes oír a una mujer diciéndonos:
-Estoy muy orgullosa de vosotros…
Desde entonces, mamá descansa en paz.
…
-¡Levántate!- oí una voz que me llamaba.
Una voz femenina, empalagosa… cursi, para entendernos mejor. Era la voz de Brigitta, que me despertaba otro día. El mismo día.
Soy Lucas. Una vez al año, por nuestro cumpleaños, Lucía y yo nos volvemos a dividir para revivir este día y poder escuchar la voz de nuestra madre una vez más.


Y, con esto, llego al final del fic. Mañana intentaré entregarlo y a ver en qué posición quedo en el concurso xD
Puede que lo vuelva a colgar completo con todos los pequeños cambios que le he hecho, a ver si alguien lo lee ^^
Agradezco a todos los que se han leído el fic que se hayan tomado la molestia de pasarse por este topic, por lo menos x)
También agradezco a BSK, Sophonax y Zero por postear. Esto mola, los puedo contar así, con los dedos xDD

NaCl-oo-2!

[Zee]

Lo más corto que he visto en mi vida...
Pero muy bueno! xD
Bueno, muy bien que lo hayas terminado. Sigue escribiendo!

Zero says: Cya!