por Hitori » Lun May 04, 2009 8:41 pm
Me soltó finalmente los brazos, y caí al suelo.
Estaba llorando.
No sólo lloraba de dolor, sino que lloraba por la humillación que me había echo sentir.
No intenté escapar, no era capaz.
El hombre se acercó a mi y empecé a temblar, temiendo que me volviera a hacer lo mismo.
Pero no lo hizo.
El hombre estaba dispuesto a acabar.
Sacó un cuchillo lleno de sangre y se abalanzó contra mí.
Me clavó el cuchillo en un brazo e intenté escapar.
Por desgracia, el hombre era más rápido que yo, y me alcanzaba.
Me volvió a clavar el cuchillo, esta vez en una pierna, y escapé cojeando.
Finalmente, me acorraló.
Cuando se disponía a matarme, se empezó a reír como un loco, y...
Cerré los ojos, esperando el frío acero en mi corazón.
Pero ese frío nunca llegó.
El hombre se había suicidado, no sé por qué, pero lo hizo.
Desde luego, estaba loco.
Me arrastré hasta la carretera, pero no pude pedir ayuda.
Parecía mi fin...
Pero desperté de nuevo.
Me encontré en una camilla de hospital, con un fuerte dolor en mi brazo, en mi pierna y en mis partes.
Y a partir de ahí ya sabe lo que sucedió... agente.
Sarah pasó cinco años con un fuerte trauma, y no habló en esos cinco años.
Ahora que tiene 15 años, ya sabe lo que le hicieron aquel día.
El día en el que su vida se destrozó.
Aquel día en que perdió a sus padres, su virginidad y, sobre todo, su dignidad.
Aquel día...
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Bueno, este es el final.
Por desgracia para nosotros, la realidad no tiene final, y este tema de la violación es cada día más frecuente.
Jóvenes que son violadas y asesinadas.
Puede que mi historia llegara al fin, pero lo que sucede en nuestra sociedad parece que nunca tendrá un fin.
Gracias por haber dedicado unos minutos de vuestro tiempo para leer esta historia.
Sin vosotros, la historia no tendría sentido, ya que sin un público, el espectáculo no es un espectáculo.
De verdad, gracias.