por Gray » Jue Ene 05, 2012 4:44 pm
¿Despedirse de sus seres queridos? Si lo hacía probablemente intentarían detenerle los niños, pero tenía claro que Jane lo dejaría ir si viera esa mirada que tenía. Hizo caso a lo que habían dicho, colocó su mano frente a si y cerró los ojos. En un instante un destello de luz se hizo presente en el lugar, y una llave espada — Notablemente diferente a la de Rebecca, ya que parecía una llave de verdad.— apareció en su mano. La sensación era increíble. Sentía el poder de la llave desde su mano hasta todo su cuerpo, lo sentía como una especie de universo encerrado en ese arma. En un instante volvió a desaparecer, pero no le preocupó, sabía que podría volverla a invocar en cualquier momento.
— Iré a despedirme, ahora vuelvo, maestra.— Comentó a modo de pasada mientras cogía el cuenco que había estado comiendo antes y lo llevaba al interior del edificio.
Bajó las escaleras y se dirigió a su piso para dejar el recipiente. En la puerta de entrada se encontraba Jane, su madre adoptiva, que parecía que había estado esperando un tiempo allí. Cuando se dio cuenta de la presencia de Gray, la mujer avanzó medio dubitativa ante el chico, que abrió la puerta con su llave e ingresó a la habitación junto a ella. Vació el plato y luego lo colocó en la basura, preparado para no volver a comer algo así en mucho tiempo. Después se giró y miró a Jane a los ojos, la cual sin mediar palabra lo abrazó.
— Me voy a ir durante un tiempo de aquí, no me verás hasta entonces, pero volveré.— Dijo el joven de pelo azul mientras correspondía al abrazo y miraba hacia los ojos de ella.
— Se te ve decidido.— Dijo primero para después separarse del abrazo de la chica.— ¿Vas a ir a buscarle no?— Preguntó.
— Si, pero además de ir a buscarlo quiero ser mas fuerte, no puedo permitir que os pase algo debido a mi debilidad, por eso me iré.— Volvió a decir, mientras se apoyaba levemente en la pared.
— No se porque, sabía que te ibas a ir tal como se fue él.— Dijo la señora mientras intentaba aguantar las lágrimas que ya comenzaban a aparecer.— Él dijo que os volveríais a encontrar en el futuro, antes de irse también.
— ¿Sabes a donde fue? ¿Cómo es que no me has dicho nada en estos tres años?
— Si te lo hubiera dicho hubieras salido en su búsqueda nada mas saberlo, y él dijo que tu tendrías tu momento, por eso decidí guardar el secreto.— Calló un momento.— Está por ahí fuera, no se mucho mas. Vuelve y tráelo a casa, que tengo que regañarle por haberse ido así.— Pidió mientras ya se dejaba abandonar a las lagrimas.
— Lo haré.— Susurró mientras abrazaba a la mujer, que en pocos segundos dejó de llorar y se fue por donde había venido, digna ella.
Una tímida lágrima salió del ojo derecho de Gray, que con un rápido movimiento de su mano izquierda se la quitó. Alargó la mano derecha al frente, sabiendo que no había nadie alrededor y en un instante apareció de nuevo, su llave espada. Volvió a hacerla desaparecer, teniendo claro que su hermano quizás blandiera una como la suya, o quien sabe. Quizás la suya fuera un tanto diferente como lo era la de su maestra. Volvió a subir al tejado, preparado para lo que tuviera que pasar, ya estaba preparado para irse.
— Ya estoy listo.— Fue lo que dijo nada mas estar frente a la pareja, o al menos al estar frente a su maestra.