—El asunto de Elvisa está fuera de mi alcance, por desgracia. Es probable que se tratase de un virus pero… No sé si lo hemos eliminado completamente al acabar con ella —respondió con firmeza—. Podría haberse expandido por algún otro sector del juego y seguir haciendo de las suyas. Me encargaré de averiguarlo personalmente.
—¡Si volviera a aparecer no podría con nosotros! ¡Las Golfas podemos con todo!
Freya enarcó una ceja ante la respuesta del muchacho a la pregunta que le había formulado antes. Al menos supo encajarla bien y no se molestó.
—Claro… Dale recuerdos a la amargada de Nanashi de mi parte —bromeó.
Puso los ojos en blanco para después soltar una pequeña carcajada. No había nada más que comentar allí; había terminado. Se despidió de todos rápidamente, y pulsó el botón del brazalete. Sheldon y ella se vieron envueltos por una luz que surgió del suelo, y desaparecieron de la sala para aparecer en Bastión Hueco de nuevo, en la sala de ordenadores.
La chica se lanzó a por la silla, necesitaba sentarse, estaba agotada. Pero el resultado había sido favorable: habían logrado escapar y completar la misión. Y el asunto de WishSito… Bueno, eso estaba aún por aclarar.
—Sheldon, ¿tú sabías que Tierra de Partida andaba tras esto?
El moguri se encogió de hombros, como si fuese una cosa evidente.
—Pero has hecho un buen trabajo, Freya. ¡Sabía que podía contar contigo! —La animó—. Los videojuegos están hechos para ti, ¿eh? —bromeó, pero la chica le fulminó con la mirada, y tuvo que cambiar de tema con rapidez—. ¿Vamos a buscar magdalenas?
Y por primera vez en aquel día, a Freya le pareció una propuesta sensata.
El grupo de chicos aún atrapados en el Trivial de Monokuma estaba empezando a agotarse. No acertaban al responder las preguntas, y el oso endemoniado no abría las trampillas que les harían caer y, quizás, reencontrarse con Aelita. Ya no sabían qué hacer para salir de ahí.
Monokuma escribió:Upupú~ Si respondéis bien esta pregunta, os dejaré salir.
El ánimo de los participantes se despertó de golpe. Estaban preparados, sí. Esta no podían fallarla.
Monokuma escribió:¿Cómo puntuaríais este encuentro? ¡No tenéis opciones, sed creativos!
Todos se miraron entre sí. Era una pregunta demasiado complicada. ¡Aquello había sido una locura! A los dos usuarios que habían escrito todo eso se les había ido la olla totalmente. Y las verdaderas Golfas probablemente ahora mismo les estarían denunciando. Pero se lo habían pasado muy bien pensando toda la trama, y les había llevado mucho esfuerzo y tiempo, así que…
Odd escribió:¿Y por qué no les damos una puntuación perfecta?
Monokuma escribió:UPUPÚ.
La risa del oso sonó por toda la sala. Después, pulsó el botón rojo por última vez.
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