El cielo estrellado volvía a iluminarse como una de las múltiples noches de Palm Briks.Las estrellas jugaban a mostrar destellos constantes y apagadas luces tenues,a excepción de la luna,que brillaba de una manera cegadora.El sonido del agua fluyendo se notaba en los puentes,por donde viajaban los transeuntes que querían ir al circo.Los niños correteando y las madres hablando entre sí no podían silenciar aquella dulce melodía que se oía bajo la tierra,la cual atraía a toda clase de bestias a su regazo.El suave y delicado murmullo de un violín procedía de las profundidades de las alcantarillas de aquella muda ciudad que también parecía querer escuchar sus cánticos.Una muchacha de cabellos dorados y expresión inocente tocaba su instrumento de manera sutil y poniendo todo su sentimiento en ello.Los monstruos que allí habitaban se acercaban timidamente hasta colocarse a su lado y oirla en silencio,dandole un aspecto fantasmagórico a aquellos canales acuáticos sin mas habitantes que una huérfana de dieciocho años en su día de cumpleaños.
Cuando el silencio absorvió la atmósfera de la sala las amansadas bestias se tornaron de una feroz violencia y atacaron a la joven sin remordimientos.Con un suspiro de despedida su estoque atravesó a aquellos salvajes sin remordimiento,mientras ella contemplaba como sus cuerpos despedazados desaparecían en la oscuridad.
-Es una pena...-masculló la joven con sorna.Sin duda sabía que aquello pasaría,por lo que no se preocupó por nada de lo ocurrido.Su nombre era Alexia De Tenebrae,y fué abandonada a su suerte por aquellas personas que la trajeron al mundo hace dieciocho años dentro de diez minutos.Sus ojos de color azul eran hermosos,pero nadie parecía apreciarlos.Aquellos años de soledad la habían endurecido y cerrado por completo del resto de la sociedad,es mas,no quería saber nada de ella al igual que ella no quería saber nada de sí misma.
Pero esa joven de corazón gélido y solitario tenía un sueño...salir de aquella oscuridad sin cielo.
Provista de su arma y sus vestimentas comenzó a subir las escalerillas de mano que conectaban ese sórdido lugar con el mundo exterior,al cual podía divisar el cielo estrellado de sus cuentos de hada abandonados.Y aquella muchacha comenzó a ascender con lentitud hasta la tapadera que apartó con ayuda de su arma,aun guardada en su mango.Y finalmente lo consiguió y ascendió a los hermosos parajes de aquella ciudad nocturna llamada Palm Briks.Las calles seguían silenciosas,y esta vez la melodía de su violín no podría romper el silencio,ya que ella pensaba descubrir lo que había mas allá de cualquier barrera que le pusieran en medio.
Antes de partir miró al oscuro cielo decorado con estrellas,eran tan maravillosas como decían,pero sin duda la luna era la dueña de sus pensamientos,la cual observó con mas detenimiento y con extrañez al notar que no había una,sino dos.Eso extrañó muchísimo a Alexia,que no apartó la mirada ni un solo instante,es mas,la mantuvo mas fija hasta que su luz comenzó a brillar con mas y mas fuerza hasta que la cegera dominó sus ojos y se desvaneció entre hálitos y luz.
¿Por qué ahora que había conseguido su ansiada libertad?Que cruel era el destino con ella,que solo quería ver el crepúsculo de la mañana una sola vez antes de desvanecerse en las tinieblas.
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Prólogo,el siguiente.