He vuelto a ver la película para esta ocasión. La recordaba bien: no era la gran cosa, pero estaba entretenida, y la muerte de Sam era bien triste. No estaba mal, le daba un seis y medio. Pero claro, la vi en el cine, en seis años cualquiera puede opinar mejor o peor de la película. Así que la puse de nuevo, y...
Bueno, a ver. El inicio de la película dedica un minuto completo a enseñar una Nueva York vacía, todo un choque de realidad con la ciudad real. Y en eso se basa todo el principio: choque de realidades. Frente a la soledad aparece nuestro héroe, Nevillem y su perro en coche, y durante su viaje se encuentra con tanques que cortan el tráfico. Estos tanques, que ya son impactantes de por sí, tienen un cartel que nos presenta el más chocante de todas las imágenes en mi opinión: un cartel con el mensaje
Dios aún nos quiere, ¿pero queremos nosotros a Dios?Choque con choque. Debo admirar eso del filme. Edificios enteros en cuarentena, ciervos recorriendo la carretera sin miedo alguno. Incluso una familia de leones bien majos. Se palpa la soledad del que se supone que es el último ser humano del mundo.
Y es que la primera hora que la estaba viendo me estaba diciendo para mí mismo que estaba bastante bien. La tensión era tremenda, desde luego, y los planos estupendos. Will Smith volviéndose loco y hablando con maniquíes es impresionante, pero demuestra que el ser humano es un animal social, necesita relacionarse aunque sea con maniquíes o cubos de compañía.
Y cuando llegué exactamente a la hora, recibí una llamada de Skype de Gambit y otras dos personas más. No duró mucho, cogí para decir que no podía estar a la llamada, que estaba viendo
Soy Leyenda. Y entonces alguien soltó algo a lo cual los otros dos afirmaron:
Grande.
Yyyyy es justo después de esa primera hora cuando todo se va a la puta mierda en el filme. O mejor dicho, cuando me di cuenta de ante qué película estaba.
Muere Sam y todo se va al traste. Llega una mujer y un niño, salvan a Neville de hacer una pedazo de estupidez como es matar a vampiros por rabia, y entonces la mujer le revela un insignificante detalle de nada: que ha escuchado la palabra de Dios. Que le ha hablado. Y que está allí porque Dios lo quiere así.
Espera,
¿qué?Oh, sí. ¿Recordáis el cartel del principio que he citado y tanto me había chocado? El de
Dios aún nos quiere, ¿pero queremos nosotros a Dios? Pues bien, hay que juntarlo con otros detalles. Está, por ejemplo, la mujer de Neville rezando para que le ayude en su trabajo, lo cual se supone que lleva a que sea él antes o después el que encuentra la cura. O que esta enviada de Dios tiene su propósito en coger la cura y salvar el mundo gracias a Neville. O, qué sé yo, que en el pueblo adonde supuestamente no ha llegado el virus lo primero que veamos y oigamos sea una puta Iglesia. Exacto, señores: estamos no ante una película comercial, sino
una película progagandística digna de los tiempos de Franco.
Y digo yo: ¿qué más da toda la propaganda que suelta la película? Yo soy cristiano, no debería molestarme. Lo ignoraría por completo si no fuese por los pequeños detalles cambiados con respecto a la obra original. Para empezar: hemos cambiado el final. De un héroe que muere aceptando que todo es relativo, que el nuevo orden social es el de los vampiros y él un monstruo de un mundo anterior, a un tío que ha encontrado la cura para una
enfermedad que
cura el cáncer. Vaya.
Y no me digáis que son zombis tontos y que nadie quiere ser un zombi tonto. Oh, no, yo en la película he visto algo más que zombis. He visto vampiros que colocan ingeniosas trampas, he visto vampiros moviendo maniquíes de lugar para atraer la atención de su presa, les he visto cómo educaban perros para dar caza a aquel que les ha ido cazando. Incluso, coño, he visto a uno de los vampiros quemarse parcialmente para intentar rescatar a su compañera femenina capturada por el malvado humano. Sí, Neville dice que deben estar pasando hambre, ¡pero coño, mirad todos los animales que hay por la ciudad! ¿Creéis que si pasasen hambre sobrevivirían a la noche? ¡No tienen donde esconderse tan efectivamente como Neville!
Estamos ante una
sociedad, pero nuestro protagonista está emperrado en que son monstruos. Y para qué engañarnos, la película nos los presentan así, pero es que analizándolos a fondo vemos que no. Así que se trata de
curar a aquellos que no piensan igual que Neville, de
llevar la luz a la oscuridad. Mmm, ¿dónde habré oído eso yo antes? Ah, sí... ¿No tenía esta película un mensaje religioso?
Si alguien no piensa como tú, ¡conviértelo en tu religión!¡¡Venga ya!! Han cambiado TODO el mensaje de la obra original. ¡Todo! Y no me cabrearía si fuese una película mala asecas, no, ¡me cabrea porque la primera hora es buena! Esa soledad, esa locura de Neville, esa muerte de Sam... ¡Pero todo queda destrozado en los 40 minutos finales!
Puntuación:
¡Y soy generoso! Creedme que lo soy. Quería darle tres estrellas, pero no puedo olvidar que esa hora es buena. Pero películas así... Por dios, yo soy creyente, pero esta propaganda barata no deberíamos poder permitirla. Es que es muy fuerte. Y lo siento si mi crítica ha enfadado a alguien, pero quería lanzarme el primero para, precisamente, poder debatir a fondo este filme. Porque tela.
Para la semana que viene voto por
Shutter Island. Igualmente, creo que duramente el mes de Junio debería ponerse un plazo de dos semanas cada película, porque la gente está ocupada con exámenes y sería mejor esperar a aquellos que quieran intervenir pero se vean estresados para lograr dos horas en una semana en concreto.