[Villa Crepúsculo] Reflexiones

[Light]

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Cronología

Light y Bavol: Trama No Voy a Llorar > Este encuentro (al día siguiente)

―¡Siento lo que sucedió ayer!

Fue lo último que dijo Light antes de abandonar el despacho de la Maestra Yami (o el lugar donde ésta se encontrara) aquella mañana. Se despidió de ella con una ágil reverencia y salió escopetado hacia ningún lugar en particular.

Se había disculpado con la Maestra por las groseras palabras que pronunció en su presencia el día anterior, cuando les preguntó por su experiencia en la ópera. Enrabietado por la locura vivida, Light escupió que había acabado con la Guardiana para salvar a todos los asistentes de un envenenamiento masivo.

Aquel día no tenía entrenamiento, y la verdad es que lo agradecía. No estaba de humor. Se comía la cabeza y se preguntaba múltiples veces si habría podido salvar la vida de la Guardiana. Si no hubiera subido a las terrazas y hubiera buscado el antídoto por su cuenta...

«¿Podré volver… a luchar?», le aterraba utilizar de nuevo sus poderes: el poder de la locura, característico de los afines a Luna; el poder de fortalecerse en gran medida en los momentos más críticos.

Y de convertirse en una bestia de lo más ciega y asesina. No quería pasar por aquella experiencia bajo ningún concepto.

Con estas dudas, Light anduvo por los pasillos hasta alcanzar la sala del trono, vacía.

[Tidus Cloud]

La experiencia en el País de los Mosqueteros no había sido fácil, aunque la Maestra Yami le había insistido en que él no era responsable, sino que había sido una decisión de la propia Wix. Tras haber dormido un poco aquella noche, estaba bastante más sereno por la mañana, pero era consciente de que para su compañero Light todo aquello había sido muy duro.

Debió ser obra del destino que mientras el gitano recorría los pasillos del castillo cabizbajo se encontrara con Light saliendo escopetado del despacho de Yami. ¿Qué le habría pasado? Tenía que saberlo. No quería ir a preguntarle a Yami, prefería averiguarlo directamente de él.

Siguió a Light por todo el castillo a una distancia prudencial. Finalmente, entró en la sala del trono, que estaba vacía, así que dada la intimidad que tenían Bavol decidió mostrarse finalmente.

―H-hola ―llamó su atención el gitano tímidamente―. Q-quería saber cómo estabas después de, bueno, ya sabes...

[Light]

Light no se dio cuenta hasta ese momento de que alguien le había estado siguiendo.

―H-hola. ―Light se giró hacia éste y se mostró ligeramente sorprendido―. Q-quería saber cómo estabas después de, bueno, ya sabes...

―Bueno… ―bisbiseó―. Ya te imaginarás. Matar a gente no es algo que haga todos los días. ―Suspiró, frustrado―. ¿Y tú? ―Teniendo en cuenta la edad del chaval seguro que él lo estaba pasando peor que nadie, así que no pudo evitar preguntarle.

Se sentó en los escalones que ascendían hasta la zona de los tronos. Mientras escuchaba a su compañero, se entretuvo con el colgante con forma de sol de la Guardiana fallecida, manoseándolo y observándolo.

[Tidus Cloud]

―Bueno… Ya te imaginarás. Matar a gente no es algo que haga todos los días. ¿Y tú?

Bavol desvió la mirada un tanto incómodo. Que aquello hubiera supuesto un golpe más duro para Light no quitaba que también hubiera sido una situación complicada para él. Había vivido demasiadas emociones en un espacio muy corto de tiempo: se había enfrentado a unos Aprendices de Bastión Hueco, había creído que todos incluido él iban a morir envenenados, después descubrió que era mentira y que Wix era buena... El gitano suspiró como si quisiera liberarse de toda aquella carga que llevaba encima.

―Regular, nunca pensé que iba a pasar algo así ―confesó el pequeño―. He leído varias veces la carta que Wix escribió y la sigo sin entender. ¿Por qué quería morir si había descubierto que tenía corazón? N-no la entiendo ―Bavol se quedó en silencio unos segundos pensativo―. Ains, ¿sabes que encontré esa carta por casualidad? Estaba buscando el antídoto y había hecho que corriera entre el público el rumor de que todos estaban envenenados. Fui a ver qué tal estaba la cosa y, como estaba cerca del palco de Wix, pues decidí entrar...

El gitano volvió a alzar la vista y se dio cuenta de que su compañero estaba sentado en los escalones jugueteando con un colgante, pero no con uno cualquiera, sino con el colgante que Wix dejó atrás.

―¿Es el suyo, verdad? ―preguntó Bavol refiriéndose evidentemente al objeto que tenía Light entre las manos―. ¿T-tiene alguna utilidad?

[Light]

―Regular, nunca pensé que iba a pasar algo así. He leído varias veces la carta que Wix escribió y la sigo sin entender. ¿Por qué quería morir si había descubierto que tenía corazón? N-no la entiendo.

Apretó los dientes. No tenía por qué haber muerto, por supuesto que no. Después de todo, si se consideraba tan justiciera (muy en el fondo, como su ser original) y afín a las ideas de Tierra de Partida, debería haberse unido al susodicho bando.

―Yo tampoco lo entiendo muy bien, pero me imagino que no estaba cómoda allí por los ideales de Bastión Hueco. Recuerdo que tampoco quería que supieran de su traición, ¿recuerdas la nota? Supongo que allí tendría compañeros, ya sabes. No quería participar en esta guerra, como nosotros ―aclaró, muy serio.

―Ains, ¿sabes que encontré esa carta por casualidad? Estaba buscando el antídoto y había hecho que corriera entre el público el rumor de que todos estaban envenenados. Fui a ver qué tal estaba la cosa y, como estaba cerca del palco de Wix, pues decidí entrar...

―Te agradezco que la encontraras. Cuando Wix dijo todo eso del veneno, no podía aceptarlo. No la recordaba tan rastrera en nuestro último combate. Ahora he podido descubrir cómo realmente se sentía ―expresó con una pequeña sonrisa.

Después, Bavol le preguntó por el objeto que había dejado la Guardiana tras morir. Se lo tendió para que lo cogiera y lo examinara todo el tiempo que quisiera.

―¿Utilidad? Que yo sepa no. Pero tiene la foto de un niño en su interior, ábrelo.

Si Bavol hacía lo que decía, daría con la imagen en cuestión. Vería a un niño lleno de magulladuras, con una sonrisa amplia dibujada en el rostro. Tras él, podían visualizar un castillo resplandeciente que llamó la atención de Light inmediatamente en ese momento.

Había visto ese castillo, de eso no cabía duda.

―Ese castillo… lo conozco, el castillo del antiguo Vergel Radiante. Qué irónico todo…

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Lo de que el castillo es el de Vergel Radiante me lo confirmó Nell xD

[Tidus Cloud]

―¿Utilidad? Que yo sepa no. Pero tiene la foto de un niño en su interior, ábrelo.

―Mm, ¿una foto? ―se extrañó Bavol cogiendo el colgante que Light le tendía.

Bavol abrió el colgante tal y como le había indicado su compañero y se encontró con la foto de un niño más pequeño que él. Estaba sonriente y estaba haciendo con dos dedos la señal de la victoria, y eso que estaba lleno de protecciones y magulladuras. Si Wix llevaba la foto de aquel chico encima, debía ser porque era muy importante para ella. Una idea pasó por la mente del gitano, pero Light habló antes de que pudiera contársela.

―Ese castillo… lo conozco, el castillo del antiguo Vergel Radiante. Qué irónico todo…

Bavol volvió a mirar la foto y se percató de que efectivamente en el fondo de la foto se distinguía un brillante castillo.

―Espera, ¿Vergel Radiante? ―preguntó Bavol extrañado―. Estoy seguro de que me suena de algo, pero no sé de qué. Mmm, ¿es un mundo o algo?

Escuchó todo lo que el Aprendiz pudiera contarle sobre aquel tema, el cual suponía que era de mucha relevancia para entender todo lo que estaba ocurriendo. Una vez él terminara de contárselo, Bavol tendría que preguntarle por la duda que le había surgido al mirar la foto.

[Light]

―Espera, ¿Vergel Radiante? Estoy seguro de que me suena de algo, pero no sé de qué. Mmm, ¿es un mundo o algo?

Light puso los ojos como platos cuando le planteó su duda. Muchos de los aprendices eran conscientes de la caída de Vergel Radiante, la capital de la Luz. La destrucción de aquel mundo marcó el comienzo de una era para Tierra de Partida.

«Supongo que es demasiado novato y aún no lo sabe».

―Sí. El mundo de Vergel Radiante fue destruido por los Sincorazón. Ahora es el lugar desolado conocido como Bastión Hueco, seguro que te suena.

»Los principales responsables de su destrucción fueron los Maestros del bando contrario ―explicó con voz grave. Acto seguido hizo una breve pausa y se mordió el labio inferior―. Lo descubrimos cuando acabamos en aquel mundo por accidente. Supongo que todavía no te habías unido a la orden cuando sucedió.

Si Bavol no le preguntaba por los acontecimientos de Ocaso de una Estrella no iba a darle más detalles. Prefería guardarlo, no era un día que recordara especialmente feliz y no estaba muy orgulloso de sus acciones.

[Tidus Cloud]

Bavol abrió los ojos como platos cuando Light le reveló que Vergel Radiante era el nombre del mundo que fue destruido por los sincorazón y que en aquel momento se conocía como Bastión Hueco.

―¡Ah, sí, yo me sé esa historia! ―exclamó Bavol―. Bueno, un poco. Yo no estaba en Tierra de Partida entonces, pero Mei me contó un poco lo que ocurrió.

Desde aquel momento en que aquella Aprendiza le relató brevemente aquella historia, había empezado a identificar a Bastión Hueco como los verdaderos villanos y los causantes de todo el mal que había repartido por el universo. Ellos habían destruido un mundo, ¿cómo podían seguir viéndose como unas víctimas?

―Sé que cuando fuisteis, los Maestros de Bastión Hueco os propusieron que os unierais a ellos ―comentó Bavol y justo entonces le surgió una nueva duda―. En la carta Wix dice que Ariasu le propuso ser Guardiana de Bastión Hueco, ¿en aquel momento ya era Wix Guardiana o eso sucedió más tarde?

Se había incorporado a Tierra de Partida más tarde que otros, así que había muchos datos que seguramente desconocía. Pensó que si podía averiguar aquellas cosas de los Aprendices más veteranos, estaría mejor preparado para futuras situaciones. Una vez Light le contestase a su última duda sobre Vergel Radiante, decidiría plantearle la pregunta que le había rondado antes por la cabeza.

―Mm, Light, estaba pensando que este niño de la foto tuvo que ser importante para Wix ―comenzó a explicar Bavol―. ¿Crees que pudo haber sido su hijo?

Eso explicaría algunas cosas. La primera vez que se encontró con Wix en la recepción de la ópera le había llegado parecer algo maternal, lo cual le había sorprendido bastante. Quizás se debiera a que ella también era madre... Bavol desvió la mirada hacia el suelo, ¿había un niño ahí fuera que se había quedado sin su madre?

[Light]

―Wix ya era la Guardiana antes de nuestra aventura de Bastión Hueco. ―Le resolvió la primera de las dudas tras una breve pausa, incómoda para Light. No se explayó más: no le apetecía recordar los viejos tiempos.

―Mm, Light, estaba pensando que este niño de la foto tuvo que ser importante para Wix. ―La verdad es que era una deducción bastante obvia―. ¿Crees que pudo haber sido su hijo?

―No lo sé, nunca conocí a Iwashi ―admitió, cruzado de brazos―. Quizás algún Maestro lo sepa.

Por alguna razón, se acordó de su madre desaparecida, una antigua habitante de Vergel Radiante. Y una ex Maestra. Se le cruzaron los cables y por un momento se imaginó la absurda posibilidad de que Iwashi fuera su madre.

«¿En qué coño estoy pensando? Si no se parecen en nada».

Si estuviera de mejor humor hubiera soltado una carcajada, pero no fue el caso. Dio otro suspiro desalentador y se puso de pie, abandonando los escalones de la sala. Comenzó a pasear por los alrededores, dando círculos, mientras seguía conversando con el chaval.

―Por cierto. ―Le apetecía bastante cambiar de tema―. ¿Qué fue de los aprendices de Bastión Hueco que acudieron con Wix? No volví a saber nada de ellos, ¿tú te los encontraste?

[Tidus Cloud]

Light le confirmó que Wix ya era Guardiana de Bastión Hueco por aquel entonces, así que seguramente estuvo presente aquel día en que les propusieron cambiarse de bando; sin embargo, no parecía muy dispuesto a seguir hablando del tema, así que prefirió no indagar. Con respecto a la pregunta que le había formulado, el Aprendiz reconoció que no lo sabía, pero dijo algo que le pareció muy interesante.

―Quizás algún Maestro lo sepa.

Exactamente, lo único que tenían que hacer es preguntarle a alguno de los Maestros. Sin embargo, y aunque le parecía una buena idea, se planteó seriamente si tenía que hacerlo. Descubrir quién era ese niño no iba a cambiar el hecho de que Wix había muerto, aquella información no iba a aliviar la conciencia de ninguno de los dos. Además, al igual que Bavol había decidido quedarse la carta de Wix para él, el colgante era de Light y él tenía que decidir que es lo que quería hacer con él.

―Toma ―Bavol le devolvió el colgante a su compañero―. Si quieres, algún día podrías preguntarle a Ronin o a alguien quien era ese niño.

―Por cierto.

―¿Ajá?

―¿Qué fue de los aprendices de Bastión Hueco que acudieron con Wix? No volví a saber nada de ellos, ¿tú te los encontraste?

Bavol se encogió de hombros, la verdad es que no sabía muy bien qué había sido de ellos después de que Wix muriera en aquel lugar.

―Ni idea ―reconoció el gitano―. A Ban no me lo volví a encontrar más, ¡y suerte que tuvo, porque como lo hubiera pillado, se habría enterado! ―Bavol esbozó una sonrisa orgullosa, muy seguro de sí mismo―. A la otra sí que me la encontré en las cocinas, le dije que no se metiera en mis asuntos si no quería pagarlo cara.

» ¡Ah, sí! Después la volví a ver a lo lejos. Estaba hablando ¡con el ladrón de mi disfraz! Ays, por su culpa el disfraz se me quedó grande y ya no lo puedo usar más ―se lamentó Bavol recordando cómo había tenido que tirarlo a la basura―. Y mira que le pregunté el nombre por si no me lo devolvía, se llamaba Daichi el tipo raro ese. Pero, bueno, como lo que quedó del disfraz sí me lo había dejado en su sitio y después de todo lo que había pasado ya era hora de volver a casa, decidí dejarle en paz. ¡Pero como lo vuelva a pillar, el disfraz me lo paga!

[Light]

Ya le gustaría a Light sonreír de la forma que hizo Bavol al nombrar a Ban.

Aunque no se encontró a éste, sí que dio con otros dos aprendices. La “otra” de la que hablaba Bavol debía ser la chica menuda que había acompañado a Ban. Light desconocía su nombre y no sabía más de ella.

―¿Tu disfraz? ―Abrió los ojos como platos de nuevo, aturdido.

Sobre Daichi, sí que había escuchado de él. Pero no en la ópera. Juraría que así se llamaba el mismo aprendiz que había acompañado a Iwashi en su incursión a la Vergel Radiante destruida, en busca de los Maestros y aprendices desaparecidos. Ambos Portadores no regresaron de aquella expedición nunca más.

Bavol parecía guardarle rencor al tal Daichi por utilizar su traje sin su permiso. ¿De verdad era tan importante para él aquel traje hortera?

«Críos… », Light no dijo nada y produjo otro silencio incómodo.

―Madre mía, en fin. ―No le dio demasiada importancia al tema del disfraz, era una auténtica chorrada―. Me voy yendo. Planeo ir a Villa Crepúsculo para hacerle una visita a alguien y reflexionar sobre todo lo que me ha pasado... ―afirmó mientras se rascaba la sien―. ¿Conoces el mundo?

»Ahora que lo pienso puede que a ti también te venga bien el consejo de una experta. ¿Vienes?

Sabía que a esta experta le encantaban los niños. Y además, en el caso de que a Bavol le gustaran los dulces, sería su día de suerte.

[Tidus Cloud]

―Madre mía, en fin. ―Bavol arqueó una ceja algo molesto, para él sí era un tema importante―. Me voy yendo. Planeo ir a Villa Crepúsculo para hacerle una visita a alguien y reflexionar sobre todo lo que me ha pasado... ¿Conoces el mundo?

―Eh.. sí, más o menos ―musitó Bavol recordando poco a poco lo que sucedió ya hace tiempo.

Sí, había visitado el mundo, pero no precisamente como a él le habría gustado. Había estado solamente unos instantes subido en la torre del reloj contemplando un último atardecer con Hikaru. El pobre Aprendiz le había pedido como su última voluntad que le llevara ahí antes de morir y él, pese a que hubiera prefiero llevarlo a Tierra de Partida, cumplió con su deseo. Además, también recordaba que había abandonado el cuerpo de su amigo y había huido porque no quería asumir la realidad. No era su mundo favorito que digamos...

»Ahora que lo pienso puede que a ti también te venga bien el consejo de una experta. ¿Vienes?

―¿Una experta? ―preguntó Bavol con curiosidad. Se quedó unos segundos pensativos, no era su lugar preferido en el universo, pero si Light creía que había alguien que podía ayudarle, ¿por qué no intentarlo? ―. S-sí, creo que te acompaño.

[Light]

La idea de regresar a Villa Crepúsculo surgió cuando Bavol abrió el colgante y descubrió la foto de aquel niño. Puede que su abuela, una antigua Maestra, pudiera darles más información y confirmarles si en verdad se trataba del castillo de Vergel Radiante (Light no estaba del todo seguro).

En el fondo también quería compartir con ella todas las aventuras que había vivido. En el fondo porque temía que su abuela le regañara por cometer todo tipo de locuras; como matar a un inocente, volar como un ángel por encima de La Cité des Cloches, emborracharse y dar tumbos por Port Royal…

No, bajo ningún concepto podía decirle esto último.

Ambos aprendices abandonaron el castillo y se prepararon para salir de aquel mundo en sus glider. Como Light había ido múltiples veces a la villa desde Tierra de Partida, se sabía el camino de memoria; por lo que él iría delante y Bavol solo tendría que seguirle.

***

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Light escogió para aterrizar el bosque de Villa Crepúsculo para no llamar demasiado la atención. Desde aquel lugar solo tendrían que atravesar el agujero de un muro para llegar directamente a la plaza del tranvía.

―Espero que no me vea nadie. ―Miró hacía varias direcciones antes de salir por el agujero―. Antes vivía aquí. No me gustaría encontrarme con alguien conocido porque tendría que dar explicaciones de mi desaparición; y encima con estas pintas ―explicaba, señalando con la mirada las mangas de su kimono blanco de combate.

En cuanto se aseguró de que podían pasar sin ser vistos, Light echó a andar por la plazoleta del tranvía. Afortunadamente no había mucha gente paseando por allí en aquel momento.

Sintió algo de nostalgia porque no la pisaba desde hace mucho. La última vez que estuvo en Villa Crepúsculo fue hace más un año, con Nadhia.

―¿Ves eso? ―Con el dedo índice apuntó hacia un gran vehículo que se movía dentro de la plaza―. Es un tranvía, ¿lo viste en tu anterior visita? Te lleva al lugar que deseas. Son muy comunes en la villa.

El vehículo pasó cerca de ellos y se fue alejando progresivamente. Los dos aprendices, por su parte, siguieron su camino hasta llegar finalmente a su destino.

―Hemos llegado.

Se detuvieron delante de un edificio naranja de dos pisos que aparentemente era muy normal, como el resto de casas del lugar. El chico tocó al timbre y esperó a que su abuela les abriera la puerta.

Mientras esperaban, Bavol podía seguir haciendo preguntas.

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ME CAGOOOOOOOOOOOOOOOOOOO EN EL GENERAL ERROR DEL * * * * +explota+

[Tidus Cloud]

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Aunque ya había visitado antes el mundo, prefirió seguir a Light a través del intersticio hasta Villa Crepúsculo. Mientras aterrizaba en un bosque en el que no había estado en la anterior ocasión, el pequeño gitano aún se preguntaba quién sería esa experta de la que hablaba Light.

―Espero que no me vea nadie. Antes vivía aquí. No me gustaría encontrarme con alguien conocido porque tendría que dar explicaciones de mi desaparición; y encima con estas pintas.

―A mí tampoco me gustaría que nadie que conociese me viera ahora. Tendría que dar tantas explicaciones, ains ―le comentó Bavol pensativo.

Los dos Aprendices siguieron su camino a través de la ciudad hasta llegar a una amplia plazoleta, por la que se movía un extraño vehículo que no había visto en su vida, el cual Light le señaló.

―¿Ves eso? Es un tranvía, ¿lo viste en tu anterior visita? Te lleva al lugar que deseas. Son muy comunes en la villa.

―N-no, no había visto nunca nada así ―contestó Bavol un tanto distante. No es que hubiera tenido precisamente mucho tiempo para ver nada la última vez que visitó el mundo.

Sin comentar nada más Bavol continuó su camino mirando a un lado a otro para descubrir cómo era el mundo en el que había vivido su amigo Hikaru.

―Hemos llegado.

Se pararon frente a uno de los edificios de la ciudad, ¿sería aquel el lugar en el que vivía aquella experta? No lo podía saber, aquella casa era igual que las demás, no tenía nada especial. Mientras esperaban que les abrieran la puerta después de que Light tocara el timbre, el gitano volvió a insistirle a su compañero:

―¿Me vas a contar ya a quién vamos a ver?

[Light]

―¿Me vas a contar ya a quién vamos a ver?

―No seas impaciente, ya verás.

Tarde o temprano, la puerta se abrió y tras ella dieron con una mujer anciana de escasa altura que conocía muy bien a Light. De cabello rubio, tan repleto de canas que se asemejaba al blanco, seguía como siempre.

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―¡Eh, abuela! ―Alzó la mano, haciendo un gesto de saludo―. Vengo de visita.

―¡Light! Te veo altísimo y casi no te reconozco con ese traje ―afirmó sorprendida, contenta de ver a su nieto adoptivo de vuelta. Éste simplemente sonrió. Después, dirigió su mirada hacia el acompañante del chico―. Y ya veo que traes a un amiguito bastante encantador ―admitió con una tierna sonrisa.

Si el gitano no se presentaba, Light le diría a su abuela su nombre.

―Ella es mi abuela, Ágatha Furier ―le informó a Bavol―. Es una Maestra de Tierra de Partida retirada.

―Bueno, no os quedéis en la puerta. ―Se hizo a un lado para que entraran―. Voy a preparar la comida para los tres. ¡Pasad al salón, pasad! ¡Pero no me piséis lo que acabo de fregar u os enteraréis de lo que es bueno!

―Ten cuidado, tiene mucho carácter y chochea ―le comentó a Bavol al oído una vez se hubieran alejado de ella.

Ambos pasaron a su salón, un lugar increíblemente extenso, demasiado para el edificio donde vivían. Si Bavol había entrado alguna vez en la casa de Merlín vería muchísimas semejanzas con la casa de su abuela. El salón contaba con un montón de cuadros, armaduras vacías y un montón de cachivaches voladores que adornaban el lugar; pero de todos los objetos, destacaban dos estatuas de gárgolas localizadas en la parte superior del cuarto, cercanas al techo. Estas parecían estar observándoles.

Parecía un lugar sacado de un cuento medieval.