[Trama] Algo útil, para variar

[Nell]

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Trama de Naxid, pokeexp, Roxas!! y RedXIII.

Bastantes días habían pasado desde el inicio de los aprendices en Tierra de Partida. Durante todo aquel tiempo, habían entrenado duramente, cada uno con su particular Maestro, en el manejo de la Llave Espada (para quien no hubiese empuñado nunca algo "afilado") e incluso nociones básicas de magia. Y pese a que diariamente, a pesar de los duros ejercicios, aprendieran algo nuevo de utilidad, la monotonía comenzaba a aparecer en sus vidas.

Y había un Maestro que eso no lo podía consentir, no, señor.

Al levantarse aquella mañana, vieron, bajo el resquicio de su puerta, una nota que había sido colada anteriormente, durante la noche. No decía mucho, y la caligrafía era pésima, pero resultaba un tanto... inquietante:

No-querido acoplado,
He decidido someterte a un examen, a ti y a otros cuatro piltrafillas como tú, para medir vuestras capacidades y tener un motivo con el que mandaros de vuelta a casa, a menos que demostréis que valéis la comida y el alojamiento gratis con el que os mantenemos.

Nos vemos en la sala de entrenamiento esta tarde, a las cinco, pringado. Desplaza si es necesario tu hora de la siesta, que nadie se lo contará a mami.

No había ninguna firma al final, pero sí el motivo por el que la carta no diera buenas vibraciones: se trataba de un largo (muy largo) y fino beso de carmesí en la esquina inferior derecha. Típica y perdida tradición de las cartas de los enamorados, lo cual no encajaba de ninguna forma con alguna de las Maestras...

[RedXIII]

Hiro, el cual aun seguía dormido y roncando no se entero de aquella extraña y peculiar carta, ni siquiera presencio que sus compañeros posiblemente ya se habían levantado, dormía cual grácil perro en su cuna.

Entre ronquidos y suspiros se podía escuchar como, incluso gritaba algunas frases sin mucho sentido.

- ¡Quiero dinero! - Grito - y...y...una pata de jamón - Añadió, sin ninguna relación a su chillido de antes.

Cuanto mas tiempo pasaba mas se movía, hasta que llego al punto en el cual se cayo de su cama, con la manta incluida, lo cual provoco que se diera un golpe en la cabeza con la caída, se despertara y pudiera ver, por casualidad, una carta enganchada al resquicio de la puerta.

- ¡Joder, que daño! - Expreso de un modo bastante claro el dolor que sentía en su cabeza a la vez que se ponía la mano sobre la zona que había impactado contra el suelo, acto seguido miro hacia la puerta ¿Y esta carta? A ver si ahora resultara que tengo fans - Dijo en tono de burla mientras tiraba su manta hacia la cama y se quitaba la saliva que aun le caía por la mejilla. Sin demasiado esmero rapto lenta y perezosamente hacia la carta por aquel frio y áspero suelo, el cual era bastante soso según la opinión de Hiro. Cuando llego a la carta solo podía pensar y hacer teorías desacertadas "¿Sera una fan?", "¿Mama me echa de menos y Papa se ha comido las galletas?", "¿Transferencia bancaria des de PayPal?", sin mas dilación abre aquella carta sin remitente ni ningún indicio de dueño y la lee.

No-querido acoplado,
He decidido someterte a un examen, a ti y a otros cuatro piltrafillas como tú, para medir vuestras capacidades y tener un motivo con el que mandaros de vuelta a casa, a menos que demostréis que valéis la comida y el alojamiento gratis con el que os mantenemos.

Nos vemos en la sala de entrenamiento esta tarde, a las cinco, pringado. Desplaza si es necesario tu hora de la siesta, que nadie se lo contará a mami.

Unos segundos de silencio acompañaron después de leer aquella extraña carta, los cuales se rompieron por una frase de Hiro - ¡¿Pero que coño pone aquí?! Y yo que creía que no podía existir alguien con peor ortografía que yo - Consternado, abrió la puerta y salio a los pasillos para preguntar a sus compañeros, con la esperanza de que estuvieran despiertos y ya hubieran leído la carta, si es que ellos la habían recidivo, y le explicaran que ponía en aquella extraña nota.

[Roxas!!]

Sí, aquellas camas eran inquietantemente cómodas comparadas con las de mi antiguo hogar. Las pocas noches que llevaba allí había dormido del tirón, sin interrupción alguna. Cada mañana me costaba mucho levantarme, pero ese día fué una excepción. Por algún motivo, me desvelé pronto, no podía dormir. Estuve un buen rato tumbado en la cama despierto, mirando al techo, con la mente completamente en blanco.

Los rayos de sol matinales comenzaban a filtarse por las pequeñas ventanas de cristal. —Arriba. —pensé. Y fue al sentarme en la cama cuando vi un pequeño trozo de papel en el suelo, justo delante de la puerta.

Me pusé en pié, me vestí y me dirigí hacia él para averiguar qué era.

—Esta mierda es ilegible. —dije. Parecía una nota. Me esforcé bastante en leerla, puesto que la letra era pésima. Finalmente, la pude entender.

No-querido acoplado,
He decidido someterte a un examen, a ti y a otros cuatro piltrafillas como tú, para medir vuestras capacidades y tener un motivo con el que mandaros de vuelta a casa, a menos que demostréis que valéis la comida y el alojamiento gratis con el que os mantenemos.

Nos vemos en la sala de entrenamiento esta tarde, a las cinco, pringado. Desplaza si es necesario tu hora de la siesta, que nadie se lo contará a mami.

¿Una citación de un maestro? No reconocía a nadie que se expresase de aquella manera. ¿Cuatro personas más? Yo acostumbraba a trabajar solo, no era propenso a relacionarme con los demás. En el tiempo que llevaba allí, apenas había tenido conversación.

Salí al pasillo esperando encontrarme a alguno de los otros cuatro acompañantes. Total, hasta por la tarde no era la cita. Tenía toda una mañana para entrenarme. Quizás ellos sabrían algo.

[Naxid]

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Perdonad el retraso. Exámenes y bla bla.

Naxid se despertó, por un momento pensó que seguía en su cama de Ciudad de Paso, pronto se dio cuenta de que se equivocaba. Estaba en la habitación que le habían asignado en Ciudad de Paso, la cama era incómoda, o al menos no tan cómoda como la de su anterior casa. Llevaba ya unos días en aquel mundo y aún no había hecho nada, estaba bastante aburrido. Se levantó de un salto de la cama y se dirigió al armario a cambiarse de ropa. Tras haberse puesto una sudadera roja, los pantalones, unas zapatillas deportivas y el aro que le había entregado Rebecca se dirigió a la salida y se dio cuenta de que había una nota en el pomo de ésta. La agarró y comenzó a leerla:

No-querido acoplado,
He decidido someterte a un examen, a ti y a otros cuatro piltrafillas como tú, para medir vuestras capacidades y tener un motivo con el que mandaros de vuelta a casa, a menos que demostréis que valéis la comida y el alojamiento gratis con el que os mantenemos.

Nos vemos en la sala de entrenamiento esta tarde, a las cinco, pringado. Desplaza si es necesario tu hora de la siesta, que nadie se lo contará a mami.

—¿Qué coño es esto? —se extrañó al leer el contenido ininteligible de la carta.— No entiendo una mierda.

Naxid no sabía si realmente la carta era de una maestra o no. Él sabía que de Rebecca no era, la chica parecía bastante tímida como para poder escribir aquello, por otro lado, no conocía al resto de maestras. Naxid se rascó la cabeza mientras pensaba. Decidido, alzó la mano y materializó su Llave-Espada y de una patada abrió la puerta de su habitación.

—¡Comienza la acción! —gritó mientras buscaba con los ojos al resto de compañeros.

[pokeexp]

Mike todavía seguía en la cama, y es que vagueza no le faltaba al pobre chico. y lo peor es que estaba teniendo una pesadilla. ¿Que como era? estaba rodeado de chicas desnudas y fans acosadoras. Intentaba huir, pero lo cogieron y... solo se puede describir lo que pasó con una palabra: CENSORED.

-UUUAAAAHHHHH!!!... ¿Eh? Fiuu... Solo era un sueño. ¿Eh? ¡¿Quien se atreve a clavar algo en MI puerta?! Ummm... Una nota... Veamos que dice...

No-querido acoplado,
He decidido someterte a un examen, a ti y a otros cuatro piltrafillas como tú, para medir vuestras capacidades y tener un motivo con el que mandaros de vuelta a casa, a menos que demostréis que valéis la comida y el alojamiento gratis con el que os mantenemos.

Nos vemos en la sala de entrenamiento esta tarde, a las cinco, pringado. Desplaza si es necesario tu hora de la siesta, que nadie se lo contará a mami.

En este punto, a Mike ya le salía humo por las orejas. Y ademas... ¡PARA COLMO, HABÍA UNA MARCA DE LABIOS EN LA NOTA! Y se hartó. salió de su habitación dando portazos y comenzó a andar hacia quien sabe donde. Lo único que quería era saber quien era el que había hecho eso... Y golpear a matar.

[RedXIII]

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Tengo guardado un borrador del post, si me he adelantado puedes borrarlo sin problem, gracias <3

- Anda ¿También recibisteis esa extraña carta? - Dijo al ver salir como un poseso a su compañero, pensado que estaba loco o algo por el estilo.

- Por cierto - Le comento a su compañero ya vestido y con la llave-espada en mano - ¡NO HACE FALTA QUE GRITES A ESTAS HORAS CACHO DE DESCEREBRADO, QUE NO ERES RAMBO! - Le replico al chaval, molesto por su grito y por su forma de salir de al habitación de buena mañana. Observo que sus tres compañeros habían salido de sus habitaciones, con la hoja de la carta, la misma hoja que la suya, con la misma marca de beso que le había pasado por desapercibido y le daba igual.

- ¿Puedo preguntaros si alguien entiende la letra? - Expreso Hiro mientras mostraba el contenido de aquella carta hacia sus compañeros, los cuales aun no se habían percatado de su presencia. A Hiro el olor que desprendía y que, el, inevitablemente olía de aquella carta no le sonaba, estaba perfumada o algo similar y el olor que desprendía no era demasiado agradable, era tan fuerte que no podía distinguir si era un buen o mal olor - Puaj, que mal huele - Comento a sus compañeros mientras hacia un gesto de repulsión.

[Nell]

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Siento mucho el retraso ocasionado, y como es una Trama cortita, voy a intentar acelerar para acabarla cuanto antes. Ah, si alguno de vosotros ha abandonado el juego o no quiere continuar, que me lo comunique para que le saque, ya que doy por hecho que seguís activos antes de ponerme en lo peor.

Como el tiempo transcurre en la mañana, quiero dejaros tiempo para que zanjéis la conversación y luego moverlo a la hora de la cita, por lo que podéis continuar a partir de este punto. Eso sí, puesto que no ha habido cambios en un mes... Os dejo cinco días de plazo límite, entonces continuaré estéis como estéis.

[Naxid]

Naxid se sorprendió al ver al resto de sus compañeros fuera con las cartas también en la mano. Se preguntaba si alguien habría entendido algo. Todos eran chicos, no conocía a ninguno de ellos, pero no le importaba, sólo quería algo de acción ya.

—Por cierto. ¡No hace falta que grites a estas horas cacho de descerebrado, que no eres Rambo! —comentó uno de los chicos que estaba en el pasillo con él.

Naxid se percató de que había sido excesiva aquella entrada en el pasillo, se rascó la cabeza y sonrió. Después hizo desaparecer la Llave Espada y se acerco al joven que le había dicho aquello y vio que preguntaba algo:

—¿Puedo preguntaros si alguien entiende la letra? —observó que ponía una cara de asco—. Puaj, que mal huele.

—La verdad es que no entiendo nada de lo que pone, pensé que alguno de vosotros lo sabría, quizá el autor de esto era alguno de vuestros maestros. Por cierto —alzó la mano frente al joven de antes—. Naxid. Encantado.

[pokeexp]

La verdad es que esa carta era, en sí, un poco terrorífica. ¡Una carta así no es para esto! La maestra se ha pasado con el San Valentín, tanto fechal como mentalmente. ¡Y a el le daba igual que esa palabra no existiera!

—¿Puedo preguntaros si alguien entiende la letra? —observó que ponía una cara de asco—. Puaj, que mal huele.

Yo me quedé pensando... que sí que olía mal después de todo. Y, ¡vaya que si olía mal! ¡Era peor que mezclar mierda de caballo con calcetines usados y tiendas de antigüedades!

—La verdad es que no entiendo nada de lo que pone, pensé que alguno de vosotros lo sabría, quizá el autor de esto era alguno de vuestros maestros. Por cierto —alzó la mano frente al joven de antes—. Naxid. Encantado.

Ese tío tenía soltura, eso estaba claro. Mike no estaba convencido de si quedarse en su rincón o ir y presentarse. Pero pensó que si iba a entrenar con el lo tendria que conocer, ¿No? Así que se levanto y le estrechó la mano.

—Encantado, Naxid. Me llamo Mike. Respecto a la carta... dos cosas: Si, huele peor que una mierda de caballo, y segundo, yo la entiendo.

[Roxas!!]

Estaban todos con las cartas en el corredor. ¿Ellos serían mis futuros compañeros? No parecían muy... 'de mi estilo'. Pero debería aprender a convivir con ellos si era lo que tenía que hacer.

Uno de ellos, tras gritar a otro que salió brúscamente de su habitación, miró su carta y dijo:

—¿Puedo preguntaros si alguien entiende la letra? Puaj, que mal huele.

Él no pudo descifrar la mala caligrafía de la carta, al igual que el chico al que regañó, pero, sin embargo, el tercer joven sí que la entendía.

Tras fijarme un poco yo también he logrado entenderla. —contesté.

No quise añadir nada más. Parecían haber congeniado muy bien, pero yo todavía no estaba muy seguro de poder fiarme de ellos.

[Nell]

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Un post más cada uno y continuo como si el tiempo hubiese pasado hasta las cinco de la tarde.

Tenéis las narices muy mal, eh xD

[RedXIII]

"Vaya morro" pensó sobre Mike al dejarle a un palmo de estrecharle la mano a Naxid poniéndose delante de el y alargando su mano en su lugar, algo que no le gusto nada a Hiro, un caballero nunca se interpone entre un estrechón de manos.

-Ya, me parece genial de que la carta os huela mal y tal pero yo lo que quiero saber es el contenido.- Añadió Hiro a sus exclamaciones simultaneas de asco al olor de aquella carta, a el todo lo que oliera fuerte le olía mal, así que seguía sin saber si olía bien o mal, sobretodo habiendo tres cartas mas con aquella fragancia inundando el pasillo.

-Si no me equivoco, tu has dicho que habías entendido algo ¿Podrías decir que es?- Dijo dirigiéndose hacia aquel chico el cual no se había presentado -Ah, por cierto, me llamo Hiro, Hiro Inukai ¿Y tu?- Agrego alargando la mano derecha con la intención de recibir un apretón de el mientras con la izquierda aguantaba la carta.

[Nell]

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No voy a esperar más, ni RedXIII tampoco, ni mucho menos voy a ir detrás de nadie. Si en el próximo turno vuelve a pasar lo mismo, cierro la Trama y modifico el grupo. Red, si quieres salirte del tema, sólo tienes que decirlo.

[Aunque avanzo el tiempo, os recomendaría hacer una breve introducción en vuestro post de lo que sucedió con la reunión, antes de continuar]

Después de que los chicos intercambiasen sus impresiones acerca de la horrorosa carta, aspecto en el que estaban todos de acuerdo, cada uno se marchó a preparar lo que creyese conveniente para el entrenamiento, o a seguir con sus tareas matutinas, quién sabe.

En cualquier caso, se reunieron nuevamente a las cinco de la tarde, en la sala de entrenamiento, donde los había citado el Maestro. La habitación se parecía a la de cualquier típico gimnasio de instituto, un poco más amueblado y equipado que la mayoría, con colchonetas agolpadas en una esquina, barras y cuerdas para trepar en otra, un espejo al fondo, cuatro sacos de boxeo (uno de los cuales tenía el dibujo de una especie de monstruo con largos colmillos que tenía el nombre de “Vampiro mutante”), unas cuantas máquinas de correr apartadas para que no estorbasen y pesas.

Sentado en la pila de colchonetas, se encontraba Akio, el pequeño Maestro bravucón con pocos simpatizantes. Sin duda, era quie les había convocado, puesto que no había nadie más en la sala. Y en aquel momento, no parecía de muy buen humor.

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—Estate quietecito mientras los demás aparecen —le diría al primero, o a los primeros, que llegasen. Y, hasta que no estuviesen todos presentes, no diría nada más.

[Naxid]

Eran ya las cinco de la tarde y Naxid recordó que tenía que ir a la sala de entrenamiento. No había conocido muy bien a sus compañeros de "equipo", por llamarlos de alguna manera. Tampoco conocía apenas a nadie, solo a uno o dos chicos con los que se había cruzado. Y de maestros tampoco conocía a muchos, sólo a Rebecca y de vista a algunos más. Después de haberse desperezado, cogió su espada por si acaso y se dirigió a la sala de entrenamiento.

Por el camino no se cruzó con ninguno de sus compañeros, así que pensó que o bien ya estarían allí o que también llegaban tarde. Cuando llegó a la sala de entrenamiento, comprobó que era lo segundo que había pensado. Observó a su alrededor y se quedó fascinado con todos los objetos que le rodeaban, aparatos para correr, cuerdas para saltar... Todo aquello era nuevo para el joven. Al rato, se percató de que había alguien con aspecto de niño sentado en una pila de colchonetas. Naxid pensó que era cualquier aprendiz que estaba entrenando así que se acerco a él y cuando estaba a punto de decir en tono burlón: "¿Qué pasa pequeñin, ¿te has perdido?" , el joven dijo:

—Estate quietecito mientras los demás aparecen.

—Va-vale —contestó Naxid. Por poco casi la caga ya que se dio cuenta de que era el Maestro Akio, algunas personas se lo habían comentado y Naxid casi lo recuerda por las malas.— Me llamo... Me llamo Naxid, por cierto.

[RedXIII]

Hiro, que no sabia nada que hacer en todo aquel tiempo libre que tenia, pensó que tal vez seria bueno echarse un rato y descansar por si acaso pero aunque intentara dormir estaba demasiado nervioso como para poder abrazarse al sueño de Morfeo, aun estaba curioseado por aquella carta y de quien era el pintalabios ¿Seria de alguna chica sexy que le quería tirar los trastos? poco probable, muy poco, pero era una posibilidad.

Poco a poco, y matando el tiempo como podía, fue haciéndose la tarde, eran ya las cuatro y media, pero Hiro ya no podía esperar mas y raudo, con la esperanza de encontrar ya a alguien allí, corrió hacia el lugar citado, desgraciadamente al llegar, de una manera brusca, observo el lugar, se dio cuenta de que era un gimnasio muy bien preparado y le gustaba como era pero no encontró a nadie al parecer y decidió descansar un poco detrás de las colchonetas, tanto que se quedo dormido, curioso dormirse en aquel lugar, tanto que a nadie se le ocurrió observar que estaba dormido allí, pasando desapercibido a todo el mundo.

Eran pasadas ya las 5 cuando el estruendo de su compañero, Naxid, hizo que su "leve" sueño desapareciera y este preguntara recién despierto.

-¿Eh, ya es la hora? Me he quedado dormido-

Se levanto lentamente de detrás de las colchonetas y se mostró ante su compañero y a la persona que les cito, la cual no conocía.

-¿Esta es al chica que nos envió las cartas? Un poco plana para mi gusto- Comento Hiro al verlo, antes de darse cuenta de que era un chico, algo que se percato a los pocos segundos de decir aquella estupidez -¡Hostia pu... que es un tío! Espera, eso quiere decir que el beso de debajo de la carta... ¿Era suyo?...- Tan solo de pensarlo a Hiro le entro un escalofrió que le recorrió todo el cuerpo.