Publicado: Sab Mar 14, 2009 3:00 pm
En episodios anteriores…
-¿Qué clase de error pudieron cometer para que sus cabezas valgan tanto? –preguntó Hawk, extrañado-. ¿Robar a un Moderador?
Yeyo afirmó con la cabeza.
-¿En serio? –Hawk no se lo podía creer-. ¿Han robado a un Moderador? ¿Han tenido las narices de hacerlo?
[center]Episodio 1x05[/center]
Petición de Wallpaper, la ciudad más importante del desierto Wallpaper, aquel día estaba a rebosar. Rara vez era así ya que, debido al insoportable clima, no llegaba a más de seis millones de habitantes. Pero estaba clara cuál era la razón de la visita de tantos turistas: la recompensa de la Moderadora por los saqueadores. 60.000 platines, ni más ni menos.
Pero no sólo se trataba de eso. Se trataba de honor; quien los capturara, le añadirían una Hazaña a su historial, haciéndole famoso por todo el país. Las Hazañas, vulgarmente conocidos entre los cazarrecompensas como “votos de popularidad”, eran puntos que se grababan en el expediente, dadas en no muchas ocasiones por Moderadores. Quien tuviese muchas Hazañas, sería recordado en la posterioridad y se plantearía para ser aceptados en el Ministerio del Staff. Esto último atraía a muchísimos nuevos cazarrecompensas, pensando en la gloria que debía ser uno de ellos, tener el poder entre sus manos y una bonita mansión al lado de la playa. Pero se equivocaban. Cuánto se equivocaban.
-Tráeme otro Martini –ordenó el hombre a un camarero que llevaba unos vasos vacíos. Éste asintió con la cabeza y cogió su vaso.
Honor. Por eso estaba allí. No por dinero, ni la Hazaña, sino por eso: auténtico honor. Había venido desde bastante lejos para recuperarlo, tenerlo de nuevo allí, en KHWorld. Y ésta era una ocasión perfecta para llamar la atención y atraerlo a él.
Se pasó la mano por su pelo corto y rubio, limpiándose parte de la frente del sudor. Aquel sol le mataba, a pesar de estar bajo una sombrilla y vestir con una camisa blanca de manga corta y unos pantalones de hilo bastante delgado. Sus ojos azul verdosos observaron los sucesos de su alrededor. Había un par de Cazadores de Corazones riendo en una mesa no muy lejana, y un grupillo de Magos del Cosmos caminaba por la calle, los cuales no eran muy frecuentes en Kaché. Sonrió, recordando sus tiempos mozos, hacía ya unos cuantos años.
-¿Me puedo sentar?
Dirigió la vista hacia delante y vio a un joven alto, de pelo rubio oscuro que resplandecía con el Sol y ojos verdes y marrones, que se dejaban ver a través de sus gafas ligeramente cuadradas. Vestía con pantalones vaqueros de un azul muy fuerte, unas zapatillas blancas y una camiseta verde clarita de manga corta en la que ponía “No excess”. Encima de la ropa llevaba una bandolera negra del tamaño de un bolso, al parecer bastante llena.
El joven se sentó antes de que le contestase y dejó la bandolera apoyada en el respaldo de la silla. El camarero trajo el Martini y preguntó al recién llegado si quería algo, con lo que contestó que un poco de agua. El hombre sentado en la silla se quedó mirándolo, indiferente.
-Cuánto tiempo –dijo finalmente, esbozando una sonrisa.
-Demasiado en mi opinión –contestó el joven-. ¿Cuatro años? Poco después de que renunciases a tu cargo.
-Sí, cuatro años –afirmó el hombre, cruzando los dedos de sus manos-. Tú apenas te acababas de licenciar como Verdugo de Bestias.
-Y créeme, me encanta mi trabajo. He viajado por todas partes del mundo cazando Bestias de lo más exóticas, porque aquí no hay más que Sincorazón. ¿Qué tal todo por allí?
-La verdad es que nadie te echa de menos.
-Y con razón –afirmó el joven-. ¿Recuerdas cuando equivoqué a aquel estudiante novato con una Bestia? Casi se muere del susto.
-Sí, lo recuerdo. Y tú de la vergüenza.
-¡No era culpa mía! –Se defendió el joven-. Tenía una ortografía pésima. Cualquiera le hubiese equivocado.
-Veo que no has cambiado tus manías ni un ápice, Iván.
El joven se ruborizó. El camarero llegó y trajo el vaso de agua al chico, el cual cogió con un “gracias”. Dio un sorbo y se dirigió al hombre.
-Hace años que no uso ese nombre en clave, Tilan –le dijo-. Ahora soy Narrador, no Iván Kit.
-Lo que tú digas, Iván –dijo Tilan, sin prestarle atención-. ¿Qué haces aquí?
-Esa es mi pregunta, ¿qué haces tú aquí? –Preguntó Narrador-. No es normal ver a ex-Moderadores de otros países por aquí.
-Pues lo mismo que todos los demás. Buscar a los saqueadores.
Narrador se tragó un trozo de hielo del vaso de la sorpresa e intentó respirar, con el cacho en la garganta. Finalmente, escupió el pedazo de hielo, tirándolo al suelo.
-¿Cómo? –Preguntó sorprendido, mientras intentaba recuperar aire-. ¿Qué?
-Busco a los saqueadores. Los que han tenido narices de robar a la Moderadora.
-Estás bromeando –se contestó a sí mismo Narrador-. Tienes que hacerlo.
-Sabes que no lo hago. Pero mira qué bien me vienes, necesitaba a alguien que me ayudara a hacer este trabajo.
Narrador le miró de reojo, y sonrió.
-Qué ironía. Yo, ayudando a Tilan. Empezaba a creer que nunca llegaría este día.
-Considéralo como una deuda saldada –pidió Tilan-. Una de las miles que me debes. A cambio, te puedes quedar con la recompensa.
-¿Los 60.000 platines? –preguntó Narrador, confuso-. Por mí genial, pero eso no tiene mucho sentido. No creo que quieras la Hazaña, a ti no te serviría de mucho.
-Claro que no la quiero, mí querido amigo.
Narrador se llevó una mano a la cabeza, extrañado.
-Entonces, ¿qué es lo que quieres?
Tilan levantó su vaso de Martini y se quedó mirando el líquido transparente rojizo. Tenía muy claro lo que quería.
-Honor –contestó, y tomó un trago.
¡En el próximo episodio…!
-Mira, allí está mi contacto –señaló Yeyo-. Vamos.
¡No os perdáis el próximo episodio!
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Buah, este capítulo ha sido corto. Pero en fin, ha servido para presentar al segundo grupo, aunque, como sabéis, el de Hawk es el principal.
Me alegro de que el personaje de Yeyuko os haya gustado. No estaba seguro sobre la reacción que causaría, y veo que ha sido positiva. Para los que no le llegaron a conocer, Yeyuko era una auténtica caja de bromas, sus posts eran la monda. Así que he ahí el ser así.
Soy un ególatra, lo sé, por ser tan cabr*n como para meterme en este FanFiction. Pero bueno, al menos soy secundario, ya que el líder del grupo es Tilan (y a ver quiénes pillan el guiño del que trata el segundo grupo), pero en fin.
Sí, sobre la acción... Yo sé de sobra que soy más una persona de concentrarse en el argumento que en acción, pero eso no significa que no haya. Eso sí, hasta dentro de un par de episodios, historia...
¡Bueno, que os siga agradando! Y recuerdo que las críticas son bienvenidas...
-¿Qué clase de error pudieron cometer para que sus cabezas valgan tanto? –preguntó Hawk, extrañado-. ¿Robar a un Moderador?
Yeyo afirmó con la cabeza.
-¿En serio? –Hawk no se lo podía creer-. ¿Han robado a un Moderador? ¿Han tenido las narices de hacerlo?
[center]Episodio 1x05[/center]
Petición de Wallpaper, la ciudad más importante del desierto Wallpaper, aquel día estaba a rebosar. Rara vez era así ya que, debido al insoportable clima, no llegaba a más de seis millones de habitantes. Pero estaba clara cuál era la razón de la visita de tantos turistas: la recompensa de la Moderadora por los saqueadores. 60.000 platines, ni más ni menos.
Pero no sólo se trataba de eso. Se trataba de honor; quien los capturara, le añadirían una Hazaña a su historial, haciéndole famoso por todo el país. Las Hazañas, vulgarmente conocidos entre los cazarrecompensas como “votos de popularidad”, eran puntos que se grababan en el expediente, dadas en no muchas ocasiones por Moderadores. Quien tuviese muchas Hazañas, sería recordado en la posterioridad y se plantearía para ser aceptados en el Ministerio del Staff. Esto último atraía a muchísimos nuevos cazarrecompensas, pensando en la gloria que debía ser uno de ellos, tener el poder entre sus manos y una bonita mansión al lado de la playa. Pero se equivocaban. Cuánto se equivocaban.
-Tráeme otro Martini –ordenó el hombre a un camarero que llevaba unos vasos vacíos. Éste asintió con la cabeza y cogió su vaso.
Honor. Por eso estaba allí. No por dinero, ni la Hazaña, sino por eso: auténtico honor. Había venido desde bastante lejos para recuperarlo, tenerlo de nuevo allí, en KHWorld. Y ésta era una ocasión perfecta para llamar la atención y atraerlo a él.
Se pasó la mano por su pelo corto y rubio, limpiándose parte de la frente del sudor. Aquel sol le mataba, a pesar de estar bajo una sombrilla y vestir con una camisa blanca de manga corta y unos pantalones de hilo bastante delgado. Sus ojos azul verdosos observaron los sucesos de su alrededor. Había un par de Cazadores de Corazones riendo en una mesa no muy lejana, y un grupillo de Magos del Cosmos caminaba por la calle, los cuales no eran muy frecuentes en Kaché. Sonrió, recordando sus tiempos mozos, hacía ya unos cuantos años.
-¿Me puedo sentar?
Dirigió la vista hacia delante y vio a un joven alto, de pelo rubio oscuro que resplandecía con el Sol y ojos verdes y marrones, que se dejaban ver a través de sus gafas ligeramente cuadradas. Vestía con pantalones vaqueros de un azul muy fuerte, unas zapatillas blancas y una camiseta verde clarita de manga corta en la que ponía “No excess”. Encima de la ropa llevaba una bandolera negra del tamaño de un bolso, al parecer bastante llena.
El joven se sentó antes de que le contestase y dejó la bandolera apoyada en el respaldo de la silla. El camarero trajo el Martini y preguntó al recién llegado si quería algo, con lo que contestó que un poco de agua. El hombre sentado en la silla se quedó mirándolo, indiferente.
-Cuánto tiempo –dijo finalmente, esbozando una sonrisa.
-Demasiado en mi opinión –contestó el joven-. ¿Cuatro años? Poco después de que renunciases a tu cargo.
-Sí, cuatro años –afirmó el hombre, cruzando los dedos de sus manos-. Tú apenas te acababas de licenciar como Verdugo de Bestias.
-Y créeme, me encanta mi trabajo. He viajado por todas partes del mundo cazando Bestias de lo más exóticas, porque aquí no hay más que Sincorazón. ¿Qué tal todo por allí?
-La verdad es que nadie te echa de menos.
-Y con razón –afirmó el joven-. ¿Recuerdas cuando equivoqué a aquel estudiante novato con una Bestia? Casi se muere del susto.
-Sí, lo recuerdo. Y tú de la vergüenza.
-¡No era culpa mía! –Se defendió el joven-. Tenía una ortografía pésima. Cualquiera le hubiese equivocado.
-Veo que no has cambiado tus manías ni un ápice, Iván.
El joven se ruborizó. El camarero llegó y trajo el vaso de agua al chico, el cual cogió con un “gracias”. Dio un sorbo y se dirigió al hombre.
-Hace años que no uso ese nombre en clave, Tilan –le dijo-. Ahora soy Narrador, no Iván Kit.
-Lo que tú digas, Iván –dijo Tilan, sin prestarle atención-. ¿Qué haces aquí?
-Esa es mi pregunta, ¿qué haces tú aquí? –Preguntó Narrador-. No es normal ver a ex-Moderadores de otros países por aquí.
-Pues lo mismo que todos los demás. Buscar a los saqueadores.
Narrador se tragó un trozo de hielo del vaso de la sorpresa e intentó respirar, con el cacho en la garganta. Finalmente, escupió el pedazo de hielo, tirándolo al suelo.
-¿Cómo? –Preguntó sorprendido, mientras intentaba recuperar aire-. ¿Qué?
-Busco a los saqueadores. Los que han tenido narices de robar a la Moderadora.
-Estás bromeando –se contestó a sí mismo Narrador-. Tienes que hacerlo.
-Sabes que no lo hago. Pero mira qué bien me vienes, necesitaba a alguien que me ayudara a hacer este trabajo.
Narrador le miró de reojo, y sonrió.
-Qué ironía. Yo, ayudando a Tilan. Empezaba a creer que nunca llegaría este día.
-Considéralo como una deuda saldada –pidió Tilan-. Una de las miles que me debes. A cambio, te puedes quedar con la recompensa.
-¿Los 60.000 platines? –preguntó Narrador, confuso-. Por mí genial, pero eso no tiene mucho sentido. No creo que quieras la Hazaña, a ti no te serviría de mucho.
-Claro que no la quiero, mí querido amigo.
Narrador se llevó una mano a la cabeza, extrañado.
-Entonces, ¿qué es lo que quieres?
Tilan levantó su vaso de Martini y se quedó mirando el líquido transparente rojizo. Tenía muy claro lo que quería.
-Honor –contestó, y tomó un trago.
¡En el próximo episodio…!
-Mira, allí está mi contacto –señaló Yeyo-. Vamos.
¡No os perdáis el próximo episodio!
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Buah, este capítulo ha sido corto. Pero en fin, ha servido para presentar al segundo grupo, aunque, como sabéis, el de Hawk es el principal.
Me alegro de que el personaje de Yeyuko os haya gustado. No estaba seguro sobre la reacción que causaría, y veo que ha sido positiva. Para los que no le llegaron a conocer, Yeyuko era una auténtica caja de bromas, sus posts eran la monda. Así que he ahí el ser así.
Soy un ególatra, lo sé, por ser tan cabr*n como para meterme en este FanFiction. Pero bueno, al menos soy secundario, ya que el líder del grupo es Tilan (y a ver quiénes pillan el guiño del que trata el segundo grupo), pero en fin.
Sí, sobre la acción... Yo sé de sobra que soy más una persona de concentrarse en el argumento que en acción, pero eso no significa que no haya. Eso sí, hasta dentro de un par de episodios, historia...
¡Bueno, que os siga agradando! Y recuerdo que las críticas son bienvenidas...