Donde todo empieza... y todo acaba: Roxas

El día era soleado, grato a la vista, y a Roxas le costaba levantarse de la cama, como siempre. Ante los gritos de su madre no tuvo otra opción que hacerlo, pero se habría quedado durmiendo de buen grado. Se consoló pensando en que al día siguiente empezaban las vacaciones de verano, en que Pence, Hayner, Olette, y él irían a pasar la mañana en la playa, y en que, nadando, se espabilaría un poco. Entonces recordó el sueño, aquel sueño que le atormentaba desde hacía algunas noches y que le hacía sentirse culpable por algo…que no lograba recordar .Lo que si recordaba perfectamente era la cara del muchacho que, en el sueño, le acusaba de ser muy injusto con una organización… ¿cómo era el nombre? En su cabeza flotaba un número pero no lo conseguía atrapar… Tampoco podía saber quien era el chico del sueño, un joven alto, de pelo rojo, vestido con una túnica negra con capucha, y que portaba 2 armas blancas y rojas, de forma redondeada y con pinchos .Aunque lo que mas le llamaba la atención de él eran unas líneas de color verde que tenía dibujadas bajo los ojos y también…que el joven apareciera envuelto en llamas delante de él como si fuera lo más natural del mundo.”Al fin y al cabo”pensó Roxas “en un sueño es todo posible”.Su madre le llamó por enésima vez y Roxas decidió darse prisa en bajar a desayunar, no fuera a ser que su madre le castigara sin poder ir con sus amigos a la playa. Cuando se tomó su desayuno se vistió con su ropa favorita (un chándal que le encantaba), metió su bañador en una mochila, subió corriendo la calle, y llegó a las puertas de la estación de tren. Sus amigos hacía rato que estaban allí.
-¡¡Roxas!! ¡Mira qué hora es¡ ¿se te han pegado las sábanas o qué?-exclamó Hayner al verle.
Roxas sabía que Hayner estaba de broma porque enseguida le golpeó el hombro, como siempre que estaba de buen humor.
- Ahora que estamos todos, vamos a coger el tren-sugirió Pence.
El tren iba casi vacío, a excepción de ellos, no había ningún ocupante. Olette se removía en su asiento, pues detestaba los sitios con poca gente, y lanzaba continuamente miradas a Roxas.Este procuraba ignorarla, pero le dolía seguir ocultando su gran secreto: La amaba, y entendía que ella sentía lo mismo por él. Hubiera querido expresarle sus sentimientos...pero Roxas también sabía algo más: Hayner tenía los mismos sentimientos hacía Olette que él.¿Qué debía hacer? Quería a Olette pero Hayner era su mejor amigo y no quería traicionarle. Mientras le daba vueltas a este asunto, el tren paró y abrió sus puertas para dejarles bajar. Al salir Olette le dijó:-Roxas...debo decirte algo muy importante....verás yo...
De repente los sorprendió el flash de una cámara.
-Habéis salido estupendos chicos-exclamó Pence-esta la pongo en el álbum.
Olette se sonrojó, y avanzó a paso rápido hasta las escaleras de la estación. Roxas se quedó inmóvil, sin saber que hacer.
"Quería decirme algo importante..." pensó. Roxas temía que ella se le declarara, porque no sabría que decirle.
-¡¡¡Roxas!!!¿Puede saberse qué haces ahí parado?La playa va a estar llena cuando lleguemos.-le gritó Hayner.
-Eeeh...sí,ya voy-le contestó Roxas,mientras bajaba corriendo hacía el lugar donde estaban sus amigos.
Después de 10 minutos caminando entre risas,alegría y fotos por parte de Pence,Roxas y sus amigos llegaron a la playa.
En cuanto montaron sus sombrillas,los chicos se echaron al agua,mientras que Olette prefirió tomar un poco el sol en su toalla antes de nadar.Hayner hizo una ahogadilla a Roxas y le reto a una carrera.
-Hasta esa boya-señaló una de color amarillo-Salida desde la orilla y vuelta,OK?
-Vale-respondió Roxas.
-Yo os digo cuando debéis salir-se ofreció Pence y empezó a decir-En sus marcas...
Hayner se irguió,debía ganar esta carrera para impresionar a Olette.
-Listos...
Roxas se echó un poco hacia la derecha.
-¡¡YA!!
Y empezaron a nadar.Iban muy igualados.Hayner intentaba ponerse en cabeza,pero Roxas era muy competitivo,detestaba perder.Cuando llegaron a la boya iban a la misma velocidad...entonces Roxas dió un sprint y llegó el primero a la orilla.En ese momento se dejó caer sobre la arena de la playa,extenuado,y a su memoria vinieron unas imágenes:Estaba en una tumbona con el chico del sueño a su lado de pie.Ambos llevaban un bañador de color negro,y delante de ellos había una gran piscina.En el trampolín de ésta,habías otro chico de pie,con una guitarra muy peculiar, y peinado en cresta,que gritaba:-¡¡Baila,agua,baila!!
!En ese momento surgió un torbellino líquido de la piscina, y empapó a Roxas y a su compañero.Éste gritó:-¡¡Demyx!!¿¡Quieres dejar de tocar la sitar de una vez!?Nos estás bañando,torpe.
"Demyx...yo le conozco...o tal vez no..."pensó Roxas confuso.Entonces oye una voz que le llamaba "Roxas" "Roxas".
De repente despertó tumbado en su toalla, a su lado estaba Olette, arrodillada.
-¿Ya estás mejor?,estábamos preocupados por ti,Roxas-le dijo algo inquieta.
-¿Qué...ha...pasado?-balbuceó él,compungido.
-Has ganado a Hayner y te has desmayado en la arena.Te hemos traido entre los 3 hasta aquí y te hemos tumbado en la toalla.Pence te hizo una foto mientras estabas inconsciente,y se ha ido con Hayner a comprar unos helados de sal marina...por cierto, él estaba refunfuñando porque le habías vencido a pesar de todo-le contó Olette, riendo.
Roxas se incorporó y se sentó en la toalla, mirando unas gaviotas que sobrevolaban el mar.Olette le imitó.
-Roxas...ahora que estamos solos,quiero comentarte algo-le dijo ella.
Roxas guardó silencio,expectante.Aún así,creía saber lo que Olette le iba a decir.
-Tú...¡¡me gustas mucho y ya no puedo ocultarlo!!- dijo ella, muy alterada.
-Yo...-intentó empezar él,pero entonces a su memoria vinieron unos nombres dispares:Axel,Organización XIII,Naminé.
No encontró relación entre ellos,pero aún así le eran conocidos,como si hubiera convivido con ellos.
-Yo...amó a Naminé-dijo Roxas casi sin pensar.A Olette se le llenaron los ojos de lágrimas,pero las reprimió,y volvió a mirar al mar como si nada.
-Es natural que tu ya quieras a alguien...y seguro que ella te quiere más que yo...-dijo, algo resentida.
-Esto...yo no quería...-Roxas intentó hablar,pero en ese momento llegaron Hayner y Pence.
-Aquí traemos los helados, de sal marina, por supuesto.
-Tomateló, que te sentará bien, Roxas- Hayner se sentó al lado de Olette-Ah y me alegro de que estés mejor.Nos habías preocupado.
Roxas no respondió, empezó a chupar su helado de sal marina.Estaba frío, y lo lamió con ansiedad.Necesitaba relajarse un poco después de lo que había pasado.
El resto de la mañana discurrió tranquila, entre sol, arena y mar.Habían quedado con sus padres en volver a la hora de comer, por eso habían salido a las 11 en punto de la mañana, y luego cogerían el tren del mediodía.Estaban secándose, y desmontando las sombrillas, cuando llegó Pence corriendo con un paquete en su mano derecha.
-¡Eh!Traigo las fotos que he hecho esta semana,mirad.
Una a una, se las fue mostrando.Había algunas verdaremente buenas y naturales, otras provocaban la risa y todas reflejaban su amistad.
-Chicos tenemos que hacer una promesa-les dijo Hayner, una vez que acabaron de ver las fotos y empezaron a andar hacia la estación.
-¿Sobre qué?-preguntó Olette.
-Sobre que siempre seremos amigos, pase lo que pase, y que siempre podremos confiar los unos en los otros.¿Quién está conmigo?
-Yo-dijo Pence.
-Y yo-dijo Roxas.
-Pues entonces yo también-exclamo Olette entusiasmada.
Juntaron sus manos y exclamaron:"¡¡La panda de Villa Crepúsculo jamás se separará, nadie ni nada podrá romper nuestra unión!!"
Entonces llegaron a la estación, y Roxas se acercó a comprar los billetes.De reojo pudo ver como Hayner le decía algo a Olette al oído.En ese momento ella le miró, y acto seguido, asintió. Hayner dió un salto de alegría, un abrazo a Pence y se le acercó corriendo.
-Roxas, tío...Olette ha aceptado salir conmigo...soy tan...feliz-le dijo,chocándole las manos.
-Me alegro mucho Hayner...de veras que me alegro...-le respondió él, algo incrédulo por lo que había hecho Olette.
Se fijó en el que Olette le miraba, y luego se encogía de hombros, asi que decidió apartar la vista. En el tren las cosas no mejoraron para Roxas, que estaba tenso, e incómodo con la situación que acababa de vivir.
No se calmó hasta que llegó a casa. Como no tenía hambre, decidió echarse una pequeña siesta, y se le repitió el sueño de siempre, esta vez mezclado con otro, que protagonizaba un muchacho que sería de su misma edad, de pelo castaño, ojos azules y que portaba una arma extraña...que parecía una llave. Su nombre era...Sora.
Y en esta historia es donde todo empieza...y donde todo acaba.
FIN

By :Kairifriend(antes Kairi/lara)